Ana Rosa Quintana se añade a la cruzada anti-lazos amarillos de la junta electoral española y camufla con humor su indignación con el president Torra, que ha decidido burlar la censura y ha colgado una gran pancarta en el balcón del Palau de la Generalitat, con el dibujo de un lazo blanco y una franja roja encima, clamando por la libertad de expresión.
ACN
La reina de las mañanas en Telecinco, furiosa con el president catalán: “Quim Torra, como nos tiene acostumbrados, está decidido a hacer trampa”. Vestida de color limón, para reivindicar que los indepes no tienen la exclusividad, Ana Rosa explica la campaña del govern catalán para saltarse la prohibición de exhibir lazos amarillos: “En la Conselleria d’Agricultura utilizan flores y animales de granja amarillos. Hay vacas, ovejitas, cerdos, un gallo...”.
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La presentadora madrileña, enfadada porque en Catalunya todavía hay lazos, prefiere hacer ver que se lo toma a broma. Sobre los símbolos en el balcón del Palau, que ahora el president de la Generalitat ha decidido cambiar: “Hay muchas posibilidades. Nosotros le vamos a proponer a Torra algunas ideas”. Ana Rosa, irónica, plantea: “Unas jardineras con margaritas amarillas, unos limones...”.
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Incluso "unos dibujos infantiles", dice. “La gama es muy variada. Puede poner unos minions o un Bob Esponja”. En El programa de Ana Rosa proponen nuevos símbolos amarillos, pero les pasa por alto que han elegido un Bob Esponja de color verde: “¿Por qué ponemos a Bob Esponja verde? ¡Si es amarillo!”. Ay, el subconsciente, que les traiciona. Han cambiado el amarillo-libertad-presos-político por el verde-Vox, el color que querrían que se pusiera de moda después del 28-A.
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Pero todavía falta una última propuesta para acabar el show de Ana Rosa: "Y nuestro preferido, un Piolín".
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No es extraño que la periodista madrileña tenga al "Piolín" como personaje favorito; el mismo dibujo animado que se convirtió en representación de la policía española que agredía votantes durante el 1-O en Catalunya. A ella, su propia broma le hace mucha gracia. Al millar de heridos del día del referéndum, seguro que no.