Ana Pelayo se ha convertido en un nombre imprescindible alrededor de Gavi, no solo en el terreno sentimental, sino también como presencia constante en los momentos más delicados de la joven estrella del Barça. A sus 23 años, la sevillana ha pasado de ser una figura discreta a ocupar un lugar central en la vida del centrocampista, acompañándolo en cada paso de sus largas y complicadas recuperaciones.
Una historia que nació en silencio y hoy acapara miradas
La realidad es que su relación ha estado marcada por un magnetismo que se gestó lejos de cámaras y titulares. Y es que todo comenzó en 2022, cuando ambos decidieron mantener en secreto lo que estaba creciendo entre ellos. De este modo, no fue hasta octubre de 2024 cuando la historia se hizo pública y, desde entonces, la pareja no ha dejado de atraer la atención mediática, consolidándose como una de las uniones más comentadas del fútbol español.
Ana Pelayo no es una influencer cualquiera. Graduada en Criminología por la Universidad de Sevilla en 2024, ha conseguido equilibrar sus estudios con su actividad en redes sociales, donde construyó una imagen elegante, ordenada y sin estridencias. Y es que su perfil se ha transformado en un escaparate de moda minimalista, viajes cuidadosamente seleccionados y una pasión evidente por la gastronomía japonesa, atrayendo a una comunidad que ya supera los 429.000 seguidores.
Un estilo propio que ha conquistado las redes
La sevillana comparte en Instagram momentos cotidianos, destinos que van desde París hasta Tanzania o Japón, y combinaciones de prendas que mezclan firmas accesibles con piezas de lujo escogidas al milímetro. La realidad es que apenas participa en colaboraciones comerciales, reforzando la sensación de autenticidad que tanto atrae a sus seguidores.
Pero lo más interesante está en cómo nació su conexión con Gavi. Así pues, fue gracias a Aurora Páez, hermana mayor del futbolista y amiga íntima de Ana, como ambos cruzaron caminos. Lo que empezó como un encuentro casual entre dos jóvenes sevillanos acabó transformándose en una relación sólida que hoy acompaña al jugador en cada reto, cada lesión y cada paso hacia su regreso definitivo.