Cuantas veces se ha comentado que Eurovisión podría ser un concurso politizado. Siempre gana un partido u otro en funciones de los intereses. Por primera vez en décadas, España se colocó como tercera opción, solo por debajo de Ucrania, ganadora del último certamen, y Reino Unido, donde finalmente se celebrará el encuentro este fin de semana. La canción de los ucranianos era una de las peor valoradas, sin embargo los europeos se volcaron con el televoto y la dieron vencedora. Esto provocó la queja de muchos eurovisivos que defendían la victoria de Chanel Terrero. Era el año de España.
🔴 Eurovisión 2023, DIRECTO | Última hora de la Gran Final y Blanca Paloma
José María Íñigo era el comentarista de Eurovisión hasta su fallecimiento. Su voz tan característica daba los puntos a cada país antes de la revelación, acertaba en la mayoría de ocasiones. Y es que ya sabía quién iba a ganar por las afinidades con cada país.
Este año Blanca Paloma representará a España en Eurovisión y tiene una misión especialmente complicada. La cantante se subirá al escenario con su tema ‘Eaea’, una emotiva canción con toques flamencos que le cantonaba su abuela cuando era niña. A diferencia del año pasado, las quinielas no acompañan a la valenciana. Su tema se posicionó como una de las mejores canciones, pero ya ha descendido varias posiciones. No obstante, después de la ilusión del año pasado, todos los eurofans vuelven a vivir con alegría este día.
En varias ocasiones se han detectado irregularidades en los votos. Se ha pedido varios años que se haga un recuento para dar por válido a un ganador. Eso sucedió el año pasado con la victoria de Ucrania. Desde un principio toda Europa tenía claro que el país en guerra se posicionaría como ganador por las devastadoras consecuencias que sufre frente a Rusia.
El año pasado en el que se detectaron “amaños e irregularidades” en los votos, la UER tuvo que hacer públicas las votaciones de la semifinales y se comprobó que cada país había votado a sus seis países afines, sin valorar la canción. Es un concurso musical en el que lo que menos se valora es la música.
Todos los países quieren que el festival de Eurovisión que mueve millones a lo largo de toda la semana acabe en su ciudad. Mueve infinidad de turismo y de ganancias. Suben los billetes de avión, las noches en hotel y los restaurantes cierran las reservas.
Blanca Paloma, ilusionada, responde a los 'haters'
Blanca Paloma lleva al escenario algo arriesgado. Va ilusionada y espera anotar un buen puesto.
A todas aquellas personas que se encargan de echar por tierra su esfuerzo y el de todo un equipo les deja claro que "que se abran". "Les diría que estén abiertos a algo diferente, incluso lo que te puede generar rechazo, que lo revisen. Si hay algo que te aleja, es porque hay algo que no conoces o que tienes que conocer", ha señalado.
En una entrevista, Blanca Paloma plantea al público "que se dé la oportunidad de abrazar algo diferente". "Esta candidatura puede ser una referencia para artistas diferentes que sientan la posibilidad de sentirse representados, y al final, creo que este tipo de candidaturas son de las que más pueden inspirar".