Lucía Pariente, la primera expulsada de Supervivientes 2017, ha vuelto a España y ha concedido una primera entrevista a Jorge Javier Vázquez donde ha confesado sus errores durante el concurso.
La madre de Alba Carrillo llegaba con muchos frentes abiertos después de una participación llena de discusiones. Un rato en plató mostrándose compungida, admitiendo su derrota y pidiendo perdón: "Echo de menos las noches en Honduras y dormir abrazada a mi hija". Unas declaraciones que sorprenden después de ver todos los enfrentamientos que han tenido durante estas semanas.
"Has maltratado a los concursantes. Sois dos pandilleras del vocabulario y sabeo cómo hacer daño a la otra persona", afirmaba Jorge Javier. Una dura acusación ante la cual Lucía se hundía y afirmaba haberse equivocado teniendo un comportamiento tan agresivo, especialmente con Gloria Camila:
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En medio de unos rumores crecientes que acusan al reality de dar un trato de favor a Alba Carrillo, su madre se ha sincerado sobre su relación. "Creo que Alba me ve como un problema porque para ella es cómodo tener un culpable, pero es posible que tengamos una relación tóxica porque no se ha desprendido de mí". Cree que entrar al concurso en su lado ha perjudicado a la hija: "Si soy sincera, he sido un líquido conductor. Todo lo que he hecho, cosa que se ha girado en contra suya".
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Si bien es cierto que no cargó con toda la culpa. Lucía ha afirmado que los otros concursantes no se lo han puesto nada fácil: "Me han utilizado a mí para ir en contra suya". A a quien no ha querido contestar ha sido a Kiko Matamoros, quien la ha tratado con dureza al reconocer que le parece "un monstruo".
Una participación en el concurso que no ha pasado desapercibida y que ha podido hacer daño a la imagen de Alba Carrillo.