El mundial de fútbol femenino ha sido extenuante. En todos los sentidos: por la victoria de la selección española, un hito histórico, y por el escándalo protagonizado por el presidente suspendido de la Federación, Luis Rubiales. Su conducta vergonzosa y el circo de tres pistas que ha montado a su alrededor ha restado resplandor mediático a las auténticas y legítimas protagonistas, las que se lo ganaron sobre el césped de los estadios de Nueva Zelanda y Australia. Imaginen cómo es de esperpéntica la situación, que ahora se habla más de la madre atrincherada del federativo que de la gesta deportiva. Pero todos tranquilos: Rubiales no ganará este partido. Su destino está sentenciado: irá a parar al vertedero de la historia, mientras las jugadoras campeonas, y las que lo pudieron ser pero no claudicaron en su postura, vuelven a la primera plana informativa por lo que son: unas cracks.

Cracks como Aitana Bonmatí, la mejor jugadora del planeta la temporada pasada... y todo apunta que lo será durante unos cuantos años más. La de Sant Pere de Ribes, muy apagada y en un segundo plano durante las celebraciones del título, se ha mantenido lejos de la polémica. Eso sí, su postura es inequívoca: condena a Rubiales y apoyo incondicional a Hermoso y a todas a las víctimas del machismo. Bonmatí no acompañó al resto de compañeras de selección a Ibiza, donde hicieron un desfile popular antes de disfrutar de unas jornadas de recreo en yates y chiriguintos. Prefirió volver a casa, en el Garraf, y sentir el calor de sus familiares y amigos. En Catalunya su sonrisa es más sincera que en Madrid o Sidney, vete a saber por qué. Lo vimos precisamente hace unos días, cuando se reencontraba con su cuadrilla en la terraza de un hotel boutique de la localidad vecina de Sitges. La hoja de ruta veraniega y de cargar pilas de Aitana continúa.

Aitana Bonmatí fiesta EFE
Aitana Bonmatí / EFE

El Barça en México, Aitana Bonmatí en la Costa Brava

La centrocampista no se ha reincorporado a la disciplina del club de Joan Laporta porque todavía puede disfrutar de unos días de descanso extra como internacional. El Barça está realizando una gira por México, estrenada hace unas horas en el Estadio Azteca con victoria contra el América por 2 a 0. Allí sí que está Alexia Putellas, quien ha acortado las vacaciones para ponerse a punto con el equipo y seguir picando piedra para recuperar su nivel excelso antes de su grave lesión. Bonmatí se reencontrará con el resto de compañeras una vez vuelvan a la capital de Catalunya, y lo hará, seguramente, con una paz interior que da gusto. No es extraño, viendo cuál ha sido su rinconcito para disfrutar de su tiempo libre. Una maravilla de la Costa Brava.

Aitana Bonmatí Begur Instagram
Aitana Bonmatí en Begur / Instagram

La mejor jugadora del mundo en uno de los parajes más preciosos de Catalunya

La culé ha escogido Begur, y concretamente la zona de Aiguafreda, para desconectar. Un paraje idílico con unas calas que enamoran. Pero por si el entorno no fuera lo bastante atractivo, podemos decir sin equivocarnos que Aitana tiene el morro fino y muy buen ojo. Se aloja, junto a sus amigos, en un hotel de lujo. Lujo, sí, porque las vistas, las instalaciones e incluso el nombre del establecimiento así lo reflejan: "Hotel Cap Sa Sal Luxury". No es un cinco estrellas, ¿pero quién las quiere con este despliegue de belleza? Nosotros lo tenemos claro, también la protagonista. Así de bien ha estado durante las últimas horas, el descanso más merecido de la guerrera. La piscina que enseña en las imágenes es de las que te dejan sin aliento, una pasada.

Aitana Begur Insta
Aitana Bonmatí en Begur / Instagram
Aitana Cabe Su Sal BEgur Instagram
Aitana en el hotel Cap Sa Sal / Instagram

Aitana, haciendo historia... y haciendo país.