Pilar Rubio no para de trabajar. Tras dar por cerrados algunos de sus compromisos profesionales, como su participación en una aplicación de entrenamiento o el lanzamiento de su nuevo libro, por fin se instaló definitivamente en París, junto a Sergio Ramos y sus cuatro hijos, aunque viaja todas las semanas a Madrid y es que no quiere renunciar a nada. Ni a su participación en ‘El Hormiguero’. Acude casi todas las semanas a presentar las nuevas tendencias. La tertuliana tuvo que renunciar a la sección de retos por falta de dedicación.

La semana pasada fue muy comentada su aparición por estar ausente durante un mes del programa. En esta ocasión lo ha vuelto a ser pero por algo más sorprendente. Pilar Rubio regresaba al espacio el pasado lunes, que contó con David Bustamante como invitado de lujo. Sin embargo, los espectadores no hicieron caso a las últimas tendencias y es que había algo en la presentadora que les llamaba especialmente la atención.

Los espectadores empezaron a comentar en sus redes sociales. Estaban extrañados por la mala pronunciación de la colaboradora. Apenas se la entendía cuando hablaba. Algunos seguidores del formato creían que Pilar Rubio iba bebida, otros que se había pinchado más bótox de la cuenta, y otros, los más acertados, que se había sometido a un tratamiento dental.

Pilar Rubio se somete a un tratamiento para mejorar su sonrisa 

Pilar Rubio no se ha pronunciado al respecto a pesar de la polémica. "¿Soy al único al que le parece que Pilar Rubio al hablar parece que haya ido al dentista y esté todavía con la anestesía?"", "¿puede ser que Pilar Rubio se haya operado un poquito los labios y los pómulos y que le cueste un poco hablar?" o "Pilar Rubio se pasó con el tequila antes de empezar el programa" han sido algunos de los comentarios que se han podido leer.

Lo más probable es que Pilar Rubio haya empezado un tratamiento con ortodoncia invisible para mejorar su sonrisa sin necesidad de llevar aparatos. En los primeros días estos alineadores hacen que no puedas hablar con comodidad.

Es una de las ortodoncias más utilizadas en la actualidad, especialmente para aquellas personas que no requieren de un tratamiento muy largo porque tienen los dientes más o menos bien. Es muy deseado porque no se nota que se lleva un aparato. Dependiendo del tratamiento, esta ortodoncia puede oscilar entre los 2.000 euros y los 4.000 euros.