Hace unas semanas, la arteria Norte-Sur de Madrid cumplió las funciones que normalmente le corresponden a Pennsylvania Avenue, que es donde está erigida la Casa Blanca. Por un tiempo determinado, en el paseo de la Castellana se concentró el máximo poder americano. Teniendo al presidente y su enorme séquito en los alrededores, la actividad en la zona y todos los cambios que llevaron a cabo han de ser comentados. Y es que, entre lo más curioso, resalta que Joe Biden mandó cambiar los cristales del hotel en el que se alojó. ¿Quieres saber qué pasó? No dejes de leer. 

Generalmente, las embajadas de Estados Unidos son las que acogen a los presidentes norteamericanos cuando viajan fuera de su país. El edificio está ubicado en la calle Serrano y las instalaciones se encuentran equipadas con todas las necesidades de seguridad pertinentes. En esta ocasión, parecía que se seguiría este mismo protocolo. Hasta que Joe Biden decidió que prefería estar más cerca de otros norteamericanos en el Hotel Intercontinental. Sin entorpecer sus planes de estar cerca de la legación norteamericana, que queda a tan solo 350 metros de distancia. 

En la tarde, el gobernante de Estados Unidos se reunió en el Palacio Real con el rey Felipe VI y Pedro Sánchez. Así que llegó al Intercontinental cerca de las 19 horas con una flota de automóviles impresionantes. Luego descendió del coche directo a una carpa negra que lo dirigió al hotel por una entrada secundaria. Mientras tanto, había francotiradores por todo el perímetro. Algunos visibles en las terrazas, otros presumiblemente en la oscuridad. Más tarde, volvió a salir rumbo al Palacio para la reunión con los mandatarios de la OTAN. Aunque, lo que realmente ha llamado la atención es el antes y después que dejó la remodelación en el hotel. 

La remodelación que ha sufrido el Hotel Intercontinental tras la estancia de Joe Biden en Madrid

Como decíamos, todo estaría listo para recibir al político en la embajada. Sin embargo, esta planificación fue alterada y el Hotel Intercontinental se encargó de recibir a estos ilustres invitados. Tanto él como la primera dama se alojaron en una de las suites más lujosas. Justo la que está encima de la fachada principal y tiene un panorama imperdible de la avenida y sus inmediaciones. No obstante, la suntuosidad no era suficiente. El personal del presidente realizó una inspección temprana y determinó que la seguridad no estaba del todo cubierta.  

De acuerdo con su dictamen, los cristales podrían estallar ante el primer intento de un hipotético caso terrorista. Así que, sin dudarlo ni un segundo, procedieron a retirar los cristales habituales y a instalar unos cristales blindados ellos mismos. Esta habitación —que es una de las más costosas y amplias de la marca— ha tenido una reforma para el resto de sus días. ¿Lo mejor? Que ahora tiene una oportunidad enorme para atraer a visitantes distinguidos, con la absoluta certeza de brindar protección y de que ahí se alojó el 46.° presidente de Estados Unidos.  

Si hay celebridades que modifican las habitaciones de hotel a su gusto, no podíamos esperar menos de Joe Biden.