Jennifer López es una de las artistas más famosas de Hollywood. Es cantante, actriz, empresaria y ha colaborado con las marcas más importantes del mundo. Gracias a su esfuerzo, constancia y dedicación, la intérprete de ‘Let’ Get Loud’ ha logrado acumular una fortuna de 400 millones de dólares. Sin embargo, en varias ocasiones ha comentado que ella tuvo una infancia muy difícil al crecer en el Bronx, un barrio muy pobre de Nueva York, pero que esa misma falta de dinero la ayudó a moldear su personalidad para convertirse en una mujer exitosa y millonaria.

En una entrevista para ‘The Wall Street Journal’, Jennifer López indicó lo siguientes: “Crecer en el Bronx realmente me formó, porque crecí sin mucho. Nunca pensé en ello ni lo describí de esta manera antes, pero es el latido de mi corazón que es el Bronx y mi educación lo que continúa impulsándome”. Además, reveló que el talento no lo es todo, se requiere de mucha paciencia para lograr las metas. “No hay que no pueda lograr si me lo propongo (…) Me di cuenta de que no siempre se trata de talento, no siempre se trata de educación, se trata de persistencia y trabajo duro. Y si te dedicas a eso, sea cual sea el sueño, por grande que sea, puedes lograrlo”, añadió.

Jennifer López compara sus mantas de Hermès con las de su infancia en el Bronx

Recientemente, la intérprete de 53 años publicó una nueva nota en su newsletter, ‘On The JLo’, en el que compartió cómo fue crecer con pocos recursos económicos en la década de los 70 y 80. “No teníamos mucho dinero”, indicó la esposa de Ben Affleck, mientras confesaba que sus costosísimas mantas de la firma Hermès le recordaban a las mantas rígidas y poco suaves con las que se cubría del frío cuando vivía en el Bronx. “Era rojo, naranja y blanco y era mi versión de un Snuggy (batamanta)”, recordó. “Crecer en Nueva York cuando hacía frío, había algo muy reconfortante en esa manta cálida sobre mi piel”, dijo.

Ahora, varias décadas más tarde y con muchos millones en su cuenta de banco, JLo sigue sintiéndose cómoda bajo una manta de lana, aunque en esta ocasión ha reemplazado la manta del mercadillo por una manta de lana de una de las firmas más costosas del mundo. “Lo más parecido a esa manta que he podido encontrar son estas mantas de lana clásicas de Hermes, lo creas o no. A veces, Ben y los niños se burlan de mí porque me gusta la sensación de picor de la lana contra mi piel, pero me recuerda a mi infancia”, dijo la intérprete.

“Las encuentro chic y un retroceso del Bronx al mismo tiempo. Sé que a todos les gustan las mantas suaves y afelpadas que se sienten como si estuvieras durmiendo en una nube, pero te animo a que pruebes esto, especialmente con este frío invierno que estamos experimentando. ¡Te prometo que te mantendrá tan caliente! ¡No te arrepentirás! Por otra parte, tal vez sea un gusto adquirido”, agregó mientras hacía referencia a la ola de frío que afectó a Estados Unidos y Canadá durante la semana de Navidad.