Por decreto real, el Palacio de Buckingham es la residencia oficial del monarca británico en la ciudad de Londres. Sin embargo, para la reina Isabel II su lugar predilecto no era este imponente edificio palaciego, sino el Castillo de Balmoral, en Escocia, su residencia de verano. En este lugar, la fallecida monarca vivió los momentos más felices de su vida, además de ser su última morada, dado que falleció en una de sus habitaciones el pasado 8 de septiembre. Ahora, a menos de un mes de su muerte, este lugar se ha convertido en un verdadero negocio al reabrir sus puertas al público, aunque existen ciertas limitaciones para los visitantes.

Hace apenas dos meses, el Castillo de Balmoral cerró sus puertas al público para recibir a Isabel II, quien estaría disfrutando de sus habituales vacaciones de verano en este lugar, sin saber que esta sería la última vez que pasearía por sus jardines. Esto le ha sumado un enorme valor simbólico a esta propiedad, dado que los seguidores de la monarquía británica están realmente ansiosos por conocer a profundidad el lugar del último adiós de la soberana, por lo que la Familia Real y los encargados de Balmoral han decidido reabrir de nuevo sus puertas a los visitantes y turistas este lunes 3 de octubre, una reapertura muy emotiva para el pueblo británico.

Los visitantes no pagarán entrada para conocer Balmoral

Además, una noticia a destacar en esta reapertura es la gratuidad de la entrada. Anteriormente, todos los visitantes que quisieran conocer todos los rincones de esta propiedad tenían que pagar una entrada para poder ingresar. En el caso de los adultos, debían pagar 15 libras esterlinas (17 euros) y 6 libras esterlinas (6,8 euros) los niños. Sin embargo, a pesar de que podrán recorrer todos los hermosos jardines y el área exterior de la propiedad, no podrán ni tan siquiera acercarse al castillo en sí, por lo que será imposible que alguien, ajeno a la realeza, pueda pisar la última morada de Isabel II. Y es que, en señal de respeto, la habitación en la que murió la reina permanecerá totalmente cerrada hasta que el rey Carlos III emita una nueva orden.

No obstante, los visitantes sí podrán homenajear la memoria de la monarca en un espacio designado específicamente para ello, en la que sus súbditos podrán colocar flores y mensajes de amor para conmemorar su legado. De esta manera, el Castillo de Balmoral estará abierto nuevamente al público desde las 10 hasta las 16 horas hasta el 30 de octubre, aunque es posible que a partir de esa fecha se modifique el horario debido a la puesta de sol.

Es bien sabido que este castillo era la propiedad más preciada para Isabel II. Además, es una de las dos únicas residencias privadas, junto con Sandringham House (Norfolk), que pertenecen a los Windsor y no al Estado. Esta propiedad, de más de 20.000 hectáreas de superficie, fue adquirida por el príncipe Alberto, marido de la reina Victoria, en 1852, por lo que tiene 170 años de historia.