Mai Meneses, más conocida como Nena Dacote, ha resurgido de sus cenizas, y ahora no deja de conceder entrevistas explicando su situación. La última para la revista Semana. En ella habla de la dificultad para gestionar una fama repentina. De sufrir inseguridades, presiones y estrés. Se ha sincerado como nunca y ha explicado el motivo por el que tuvo que parar.

Recordamos dos temas de Nena Daconte que serán para siempre inolvidables, como es ‘En qué estrella estará’ o ‘Tenía tanto que darte’. Son canciones que triunfaron en los 2.000 y que aún recordamos y cantamos en cualquier fiesta.   

Mai Meneses fue una de las concursantes de la segunda edición de OT. Participó en el concurso en 2002, edición que ganó Manuel Carrasco. Sin embargo, para ella la experiencia fue fugaz, fue la primera expulsada. No obstante, vivió un caso similar al de Lola Índigo.

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A pesar de su mala experiencia en OT, Mai Meneses se autoeditó su primer disco, ‘He perdido los zapatos’. Un proyecto en el que la compositora ya incorporó al músico Kim Fanlo. Aunque todas las composiciones eran de la artista, Nena Daconte se convirtió en dúo y fichó por Universal. Después de éxitos como ‘Idiota’ o ‘En qué estrella estará’ recibieron varios premios como grupo revelación.

En 2008 sacaron su segundo álbum como dúo, pero tan solo dos años más tarde el grupo se rompió. La ya expareja terminó en los tribunales para decidir quién debía quedarse con el nombre artístico y se reconoció a Meneses como la propietaria del nombre.

La artista continuó como Nena Daconte junto a Universal, pero esta vez en solitario. Sacó un nuevo álbum en 2010 y otro en 2013. Durante ese tiempo formó una familia. Se marchó a vivir a Dallas junto a su marido y sus dos hijos y no regresó a la música hasta 2019, en esta ocasión de la mano de MG Rights Management.

Nena Daconte EFE
Nena Daconte EFE

Mai Meneses cuenta la verdadera razón por la que se marchó de los escenarios 

Su carrera fue todo un éxito pero ella no la vivió de la misma forma. Ahora ha confesado sus problemas con el alcohol. "Vivía en el síndrome de la impostora, pensaba que no merecía nada de lo bueno que me estaba pasando", ha explicado la artista, que comenzó a refugiarse en la bebida para lidiar con todo el éxito. No supo sobrellevar la exposición mediática. "El alcohol me ayudaba a evadirme. Era una forma de ser feliz momentáneamente", confiesa.

Finalmente, se dio cuenta de que tenía un problema. "Cuando empecé con mis paranoias fue la etapa más dura. Eso me distorsionó de la realidad y ahí fue cuando dije que ya no podía más", revela en la entrevista. Es en ese momento cuando echó el freno y apostó por su recuperación. "Tuve que entender que a mí el éxito me estaba sentando fatal y que había que arreglarlo”.