Es una de las mejores cantantes de la actualidad. Su espectacular voz en temas como 'Chandelier', 'Chip thrills' o 'The greatest' es de las más inconfundibles del planeta. Por no hablar de su personal e inimitable look, especialmente, por el personalísimo aspecto de su pelo, a menudo, una especie de peluca extravagante que le tapa prácticamente toda la cara.
GTRES
La australiana Sia acaba de reconocer que sufre una doble enfermedad. Por una parte, unos dolores crónicos producidos por una enfermedad neurológica después de una operación de cervicales. De otra, una enfermedad rara que le provoca un dolor crónico, denominada síndrome de Ehlers-Danlos, una serie de alteraciones genéticas provocadas por un defecto en la síntesis de colágeno. Un síndrome que en ocasiones puede ser de una gravedad extrema y del que no hay un tratamiento que lo elimine completamente, sino que sólo hay unas curas que hacen más soportable el dolor. Piel frágil, articulaciones excesivamente flexibles o problemas derivados de posibles heridas, porque esta patología hace que la piel no sea suficientemente fuerte para soportar una posible sutura.
Hey, I'm suffering with chronic pain, a neurological disease, ehlers danlos and I just wanted to say to those of you suffering from pain, whether physical or emotional, I love you, keep going. Life is fucking hard. Pain is demoralizing, and you're not alone.
— sea (@Sia) October 4, 2019
"Estoy sufriendo de dolor crónico, una enfermedad neurológica, Ehlers Danlos y sólo quería deciros a todos los que estáis sufriendo de dolor, ya sea físicos o emocionales, que os amo, seguid adelante. La vida es jodidamente difícil. El dolor es desmoralizante, y no estáis solos", ha escrito la cantante a sus seguidores. El camino al éxito de Sia no ha sido fácil. Ni profesionalmente hablando ni a nivel de salud. La autora de Alive o Big girls cry ya había explicado los numerosos problemas que tuvo derivados de sus adicciones al alcohol, las drogas o medicamentos.
@siamusic
Le diagnosticaron trastorno bipolar que incluso la llevaron a pensar en el suicidio (el año 2010, incluso dejó una nota de despedida). Y ahora, años después de haber superado aquellas adicciones, el dolor físico ha vuelto a aparecer por otros motivos.