Mito absoluto para una generación, la cantante y modelo británica Samantha Fox fue, sin ningún tipo de duda, un icono de los años 80. Considerada una de las mujeres británicas más fotografiadas durante aquella década, al nivel de Lady Di y Margaret Thatcher, Fox fue un verdadero ídolo de masas con su presencia, su actitud en escenarios y platós y sus temas dance pop, con los que consiguió ser número 1 del mundo en 17 países, también España, con canciones que recordarán bien los que ya tengan una edad, como aquel Touch me que lo petó o este Nothing gonna stop me now inolvidable rodado ni más ni menos que en Marbella, para ponerle una nota todavía más kitsch. Estribillo pegadizo, sintetizador, pelo rubio muy crespado... Un viaje a la época del Naranjito, Verano azul, los walkman y Los Goonies:
Compitiendo muy de cerca con Sabrina Salerno en las primeras pasiones de los adolescentes de aquella década, y conviviendo con otros ídolos juveniles como Kylie Minogue, Rick Astley o Jason Donovan, la cantante británica alborotó al personal, no sólo por sus temas y videoclips, sino también por sus reportajes fotográficos en decenas de revistas. Salía hasta en la sopa, en todas partes y de todas las maneras:
Fox era tan famosa por su música, como por sus looks como por sus affaires sentimentales. Sonadísima fue su relación con el entonces torero español Rafi Camino, que ocupó muchas páginas del papel couché. "Es el chico más guapo que he visto en mi vida", decía entonces. También estuvo relacionada con el guitarrista y cantante de la banda Kiss, Paul Stanley. Pero finalmente, con quien encontró el amor de verdad fue con su representante Myra Stratton, once años mayor que ella, y con quien se casó en el año 2009. "Me he ido a la cama con otras mujeres, pero no he estado enamorada antes de Myra. La amor completamente y quiero pasar el resto de mi vida con ella". Desgraciadamente, su mujer murió en el año 2015, dejándola inconsolable. Hasta que conoció a la nueva mujer de su vida, con quién le ha vuelto la sonrisa a la cara y con quién es la persona más feliz del mundo: Linda Olsen.
Con ella al lado, la cantante británica se encuentra en el mejor momento de su vida, a sus 56 años recién cumplidos. ¿Por qué? Por qué este pasado sábado se han casado en una lujosa ceremonia en Essex. Ellas se habían comprometido en marzo del 2020, pero debido a la pandemia tuvieron que posponerlo. Finalmente, sin embargo, aunque bajo las gotas de la lluvia, Samantha y Linda pudieron vivir un día mágico, las dos de blanco, y sellando su amor en una emotiva ceremonia después de seis años de relación:
La guinda vintage, como ven en la última imagen, la puso otro icono musical de los años 80, la gran Katrina and the waves.