Rosalía hay muchas cosas que la vuelven loca. El flamenco. Caetano Veloso. Chabela Vargas. Mozart. El sushi. El helado de coco. Los vestidos que le diseña su hermana Daykiri. Las uñas customizadas. Su tierra. Los ramos de flores que le envían sus amigas. O la macedonia. Y sólo es una pequeña elección de los muchos gustos y aficiones que la de Sant Esteve Sesrovires ha dejado caer en las muchas entrevistas o publicaciones en las redes que ha hecho.

rosalia enramo

rosalia macedonia

Cosas que no le gustan, también hay. Por ejemplo, de las críticas absurdas y miserables que recibe, especialmente cuando empezaba, por parte de los puristas que se piensan que han inventado la música, como los que lo acusan de apropiarse el flamenco y los que le echan en cara que siendo catalana pretenda "robar la herencia andaluza". Pero a estos hiperventiladitos ya les ha respondido de manera sublime en el pasado: "Yo soy del Baix Llobregat y he crecido allí. Allí hay mucha cultura andaluza y mucho flamenco. Sólo hace falta ver la rumba catalana, Carmen Amaya y Miguel Poveda. En Cataluña hay mucha cultura flamenca y, por supuesto, cultura andaluza". Por no hablar de Vox, de quien dijo un comprensible y demoledor "Fuck Vox".

rosalia peineta

Ahora, la diva catalana ha vuelto a hacer pública alguna cosa que la desagrada profundamente. En este caso, un hecho mucho más de estar por casa, pero con el que se ha encontrado, como todos, en numerosas ocasiones. ¿Quién no ha entrado alguna vez en algún ascensor o ha estado sentado en una sala de espera de un dentista, y se le han metido en el cerebro unas musiquillas infernales? Pues eso:

tuit rosalia odio

Enseguida, la red ha empezado un debate sobre la afirmación de Rosalía:

tuits rosalia

Sea como sea, seguro de que muchos pagarían por coincidir en un ascensor con Rosalía y hablar del tiempo o de lo que ella quiera. Seguro que ni oirían el hilo musical.