"Esa frase tan tópica de que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, esa que vive a la sombra del marido, esa que a menudo tiene que sacrificarlo todo por el éxito del hombre, esa de la que a menudo no sabemos el nombre más allá de un agradecimiento en un discurso". De esta manera ha comenzado Roger Escapa la presentación de un pedazo de mujer, una MUJER con mayúsculas, que lleva toda la vida al lado del hombre a quien ama, un hombre a quien ama ella y toda Cataluña, porque nos atreveríamos a decir que Joan Pera es una de las personas más queridas de nuestro país.


El actor catalán lleva toda la vida regalándonos sonrisas, interpretaciones memorables en la tele, el cine y el teatro, la persona que dio la bienvenida a los espectadores de TV3 hace más de 40 años, y alguien con una bondad a la altura de su talento actoral. Y todo el tiempo que Joan lleva emocionándonos a los espectadores catalanes, lo ha vivido al lado de la mujer de su vida, su pareja de vida, Carme Itxart, o 'la Meri', como la conoce todo el mundo, que por un día ha sido la merecida protagonista en una conversación deliciosa en El Suplement de Catalunya Ràdio. La mujer que ha hecho posible, con su apoyo incondicional, la carrera de una de las caras más queridas de la televisión y los escenarios de este país. La piedra angular de la familia Pera, madre de seis hijos, todos chicos.


¿Lo primero que pensó cuando la llamó Roger?: "que no, porque no me gusta que me entrevisten, yo no soy nada, el que es, es Joan", dice riendo. "Desde los 15 años juntos con Joan", más de 50 años juntos, "han hecho 56 de casados", después de que se conocieron en la Sala Cabanyes de Mataró haciendo teatro, Els Pastorets, "por Joan. Yo soy una actriz muy mala. Joan hacía La Passió, y estaba tan guapo... pensé que tenía que ser para mí. Me gustó mucho, siempre ha sido muy buena persona, y me enamoré... Y todavía estoy enamorada". Aparte de mujer del Joan, y madre de seis hijos, también tenía una tienda de regalos, bisutería, ropa "hippy", mientras el Joan hacía bolos, que solo tuviera hijos chicos le gustó mucho, "Joan quería una niña. A mí no me sabe mal no haber tenido una hija. Han llegado seis nueras, 3 nietas y 3 nietos. En total somos 20 en casa".

¿Ahora la encuentra vacía la casa de Argentona? "Sí, pero estamos muy bien. Pero voy mucho a Barcelona". Meri, feliz del reconocimiento a su marido, "me gusta que la gente lo quiera. Lo volvería a hacer todo exactamente igual, casarme con él, todo. Me gusta verlo en el escenario, y un día me puse entre bastidores y tuve la misma sensación de cuando era prometida". Ella es consciente de que "la gente lo quiere mucho, lo paran por la calle, le piden fotos. Ya estoy acostumbrada". Ha hablado de la familia, "creyentes, somos de ir a misa cada domingo", y del orgullo por sus hijos, "porque son buenas personas. Pero me han hecho sufrir, y aún", como las adicciones de Roger. "Lo hemos gestionado como hemos podido, sentimiento de impotencia a veces", pero muchísimas alegrías que compensan los disgustos.

¿Qué le pide a los años que vendrán?: "Que tengamos salud, que estemos todos, que estemos bien". Ojalá. La Meri, maravillosa. Y su amor con el Joan, también.