Karl Lagerfeld es diseñador de moda. Pero lo que tendría que rediseñar son sus patrones de comportamiento. Quizás es que la cola de caballo le estira demasiado el cerebro, el caso es que ha vuelto a decirla de padre y muy señor mío.
Entrevistado por la revista Numéro Magazine, asegura no creer nada de los casos de acoso sexual en la industria de la moda. "Estoy cansado del movimiento #metoo". Lagerfeld ha salido en defensa de los estilistas Karl Temper y los fotógrafos Bruce Webber o Mario Testino, acusados por muchos modelos de hacerles desnudar y tocarse los genitales y dejarse magrear. De hecho, la modelo catalana Judit Mascó se mostró indignada con las prácticas llevadas a cabo por gente con la que había trabajado.
Para defender a sus amigos, el diseñador alemán opta por atacar a las víctimas: "han tardado más de 20 años en recordar lo que pasó, no hay testigos", aunque en el caso del productor cinematográfico Havery Weinstein, no pone la mano en el fuego. Pero con respecto al mundo de las modelos, que él conoce bien, no ha tenido piedad. A la chica que afirma que el estilista Karl Temper le intentó bajar los pantalones, provocando de rebote que fuera inmediatamente repudiado por la profesión, Lagerfeld ha sido especialmente duro: "No me creo ni una palabra. Si no quieres que te bajen los pantalones, no seas modelo. Vete a un convento de monjas, que siempre habrá sitio para ti"...
Después de decir esta tontería, ahora es él quien está en el punto de mira. No por acosador, sino por bocazas. De hecho, ya hay varias modelos y actrices que se han quejado en twitter creando un hashtag reivindicando un boicot a la marca que lo tiene a él como creador principal, Chanel.