Una de las mejores cosas que pueden hacer estas Navidades de cara al Tió o los Reyes es regalar entradas para ir a ver El gran comediant al Teatro Goya. Una obra donde reirán y se lo pasarán pipa con Joel Joan, Xavi Mira, Sandra Monclús, Àfrica Alonso y Eduard Muntada.

Llorenç y Ernest son dos grandes amigos de toda la vida. Los dos decidieron hace mucho tiempo que querían ser actores, pero han tenido carreras desiguales. Mientras que Llorenç hace tiempo que tiene el santo de cara y ha visto como su fama crecía (igual que su ego) hasta convertirse en un divo del teatro catalán, Ernest no lo ha acabado de conseguir.

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Joel Joan / @joel_joan_oficial

Una (nueva) obra imperdible del actor y director catalán. Un Joel Joan que mientras no está en el teatro haciendo que el público se lo pase bien, aprovecha las mañanas para estar con la familia e ir a ver, por ejemplo, a su hija Etna, que tuvo con la también actriz Mònica Glaenzel, jugando a vóleibol. En un pabellón aprovechó el domingo por la mañana para ir a verla jugar a ella y a sus compañeras de equipo. ¿De cuál? Del Espanyol.

Motivo que ha hecho reconocer al actor catalán que "¿Quién me iba a decir a mí que acabaría siendo del Espanyol gracias a mi hija Etna?".

Mensaje que ha publicado en todas sus redes sociales. En Instagram, pero también en Twitter, donde una seguidora le ha respondido hablándole de que lo que le ha pasado es más habitual de lo que se piensa, e informándole de su propia experiencia: "Joel, mi hija es socia del Barça y tiene novio del Espanyol.... Pero está tan feliz. Yo, callada y orgullosa", tal como se desprende de dos emoticonos muy explícitos:

La misma persona que le ha escrito estas palabras, acto seguido publica otro comentario en Twitter donde le dice a Joan que esta hija de la que habla que es socia del Barça, pero tiene un novio del Español, es una joven a quien el actor y director conoció en circunstancias muy complicadas, y a quien dio todo su apoyo.

Explica que "Por cierto, la conoces, aquella niña que consolaste en el teatro porque el abuelo se había mareado y parasteis la obra de teatro. Hace muchos años. La ayudaste mucho".

Servidor de ustedes recuerda perfectamente qué pasó. Porque quien escribe estas líneas estaba aquel día en el teatro cuando pasó lo que recuerda esta madre. Era a finales del 2013, principios del 2014 cuando, en el mismo teatro, se representaba la obra de Joel Joan El nom.

Todo estaba a punto para empezar. El público, sentado en la platea, esperaba impaciente cuando se apagaron las luces. Pero de repente, desde la primera fila, se oyeron los gritos angustiados de una niña llamando a su abuelo. Se encendieron las luces, y se vio cómo la niña lloraba intentando que su abuelo, al lado, inmóvil, reaccionara, mientras al otro lado estaba la abuela, también sin saber qué hacer.

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'El nom', en el Teatro Goya, el año 2013

¿Y quien apareció en el escenario? Joel Joan, que bajó rápidamente a la primera fila para atender al señor, junto con miembros de seguridad del teatro. Finalmente el hombre reaccionó, había tenido una bajada de tensión, un mareo o una cosa similar, y se lo llevaron a los servicios sanitarios.

Instantes después, con el corazón en un puño, el mismo Joel informó de que el hombre se encontraba bien, y que los tres, abuelos y nieta, volverían invitados al teatro otro día a disfrutar de la función. Un gesto espontáneo que nunca olvidarán en aquella familia, como ha quedado demostrado hoy, ocho años después de aquel mal trago.