En su perfil de Twitter, el genial director teatral Joan Lluís Bozzo tiene escritas sólo dos palabras: Nada perdurable. Lo que ojalá perdure hasta el fin de los tiempos es nuestra preciosa lengua, el catalán. Pero a juzgar por un comentario que ha escrito, y que ha alborotado la red, no lo tiene del todo claro. Pero vayamos por partes. Aparte de ser uno de los productores de teatro y TV más importantes del país, el alma de Dagoll Dagom ya paseó orgulloso el catalán por Europa y España, en una mítica e inolvidable serie donde un grupo de turistas catalanes viajaba en autocar por todo el continente. El catalán es su lengua y la defiende siempre allá donde vaya. Hace un tiempo, Bozzo fue a comer a un restaurante de la Ametlla del Vallès y se encontró con que los camareros no sólo no lo atendían cuando hablaba catalán, cosa que están obligados a hacer, sino que se rebotaban y le exigían que si quería ser atendido, les hablara en castellano.

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Joan Lluís Bozzo / TV3

Una nueva muestra del habitual "hábleme en cristiano". Y él, lo tenía claro: prefiere quedarse en casa cocinando que volver. Esta fue su respuesta, antes de recibir las disculpas de los antiguos propietarios del local: "En el restaurante Can Camp en l'Ametlla del Vallès los camareros nos piden que hablemos en español. Nunca más".

No es la única experiencia por el estilo que le ha tocado vivir, desgraciadamente, al bueno de Joan Lluís. También tuvo un encontronazo en Palamós con un vigilante de seguridad de un parking. Y por la misma cuestión: la lengua catalana. Bozzo explicaba que "El guarda del parking de la Playa del Castell se niega a hablar en catalán diciendo que él habla 'el idioma oficial'". Incluso, el trabajador se negó a "darnos la hoja de reclamaciones, nos insulta y nos amenaza. Vergüenza". Por si a alguien no le ha quedado todavía lo bastante claro, Bozzo habla y hablará en catalán en Catalunya. Faltaría más. Y lo piensa seguir haciendo. Y ojalá el resto hiciera como él. Porque tal como ha avisado en un tuit, el futuro del catalán no lo ve del todo optimista. ¿Qué necesitaría nuestra lengua para subsistir? Él lo tiene claro: "La única salvación para el catalán es la independencia. Los otros caminos llevan a la muerte". Así de claro y catalán. Así de crudo y contundente. Enseguida, la red ha reaccionado en masa a su vaticinio: