Históricamente, siempre se ha dicho que la serie más famosa de televisión que ha tenido más mala suerte con respecto a la integridad física de sus intérpretes ha sido Beverlly Hills. 90210, o lo que es lo mismo, Sensación de vivir. La muerte prematura de Luke Perry ('Dylan'), el cáncer que sufre desde hace años Shannen Doherty ('Brenda'), el gravísimo accidente de Jason Priestley ('Brandon'), Tori Spelling ('Donna') arruinada y viviendo en una caravana y un largo etcétera. La que también es para decir 'Dios mío' es otra serie que hizo furor los años 90, Baywatch, es decir, Los vigilantes de la playa.
La icónica serie de vigilantes y socorristas de las playas de Santa Monica y Honolulu, vestidos con bañadores de color rojo y corriendo a cámara lenta en una careta de entrada inolvidable, también ha visto cómo muchos de sus intérpretes las pasaban canutas. David Hasselhoff ('Mitch Buchannon') y sus gravísimos problemas con el alcohol, con imágenes que ponen la carne de gallina de él arrastrándose absolutamente ebrio; su hijo en la ficción, 'Hobie', es decir, el actor Jeremy Jackson, yonqui y que ha pasado diferentes temporadas en chirona, incluyendo apuñalamientos; Yasmine Bleeth ('Caroline') ingresada en una clínica de rehabilitación después de sufrir un accidente de coche; Pamela Anderson ('CJ') que ahora parece que sienta la cabeza después de escándalos, cintas de vídeo con Tommy Lee y de otras situaciones comprometidas; Michael Newman, que tenía el mismo nombre en la serie, con parkinson y un largo etcétera.
Otra actriz que gustaba mucho a los espectadores participó desde 1992 hasta 1994. Interpretaba el papel de 'Summer Quinn', una de las socorristas más famosas. Estamos hablando de Nicole Eggert, que tenía veinte años cuando accedió al papel.
Ahora, a sus 51 años, está pasando por uno de los momentos más difíciles de su vida. Y es que la actriz ha anunciado que sufre un cáncer de mama. En una entrevista concedida para la revista People, Eggert explica que recibió el diagnóstico el pasado mes de diciembre: "Cáncer con carcinoma cribiforme en estadio 2. Ha sido duro". En un principio, no pensó que se tratara de esta enfermedad, sino que pensaba que tenía la menopausia después de engordar 12 kilos en tres meses y tener unos "dolores terribles en el pecho izquierdo hace tres meses. Me dolía y palpitaba. Tuve que esperar hasta finales de noviembre para revisarlo". Después de tres biopsias, una mamografía y diferentes exámenes de patología, le confirmaron los pronósticos: "Ha sido muy difícil para mí. Lo siento. Está aquí. Es necesario extirparlo, así que solo es una cuestión de saber si tengo que hacer el tratamiento antes de la cirugía o pueden hacer la cirugía y hacerlo posteriormente".
Eggert también confiesa el pánico y el miedo que tiene porque desconoce si el cáncer está creciendo o si se ha extendido a otros órganos: "Te sientas, lo sientes y piensas que cada segundo que pasa está dentro tuyo. Está creciendo y solo quieres que salga", ha reconocido la actriz, que a pesar de la sacudida, se muestra optimista de salir adelante y que ha agradecido las muchas muestras de apoyo que ha recibido los últimos días desde que dio a conocer la noticia.