Algunos la podrán tachar de superficial y frívola, pero detrás de su imagen, se esconde una mujer generosa, cercana, divertida, con mucho sentido del humor y sin pelos en la lengua.
Carmen Lomana se graduó en filosofía y letras. Se mudó a Londres a mitad de los años setenta para estudiar inglés y trabajar para el Banco de Santander. Fue ahí, en la capital británica, donde se forjó su carácter bohemio y cosmopolita y se reafirmó en su gran pasión por la moda y el arte. Desde entonces, la empresaria es todo un referente de clase, saber estar y moda.
Por este motivo, desde febrero y hasta el próximo 29 de abril, se puede visitar en el Museo del Traje de Madrid una exposición en la que se exhiben algunas de sus mejores galas .Y es que Carmen está “muy contenta” con la exhibición porque es “espectacular y el montaje es súper bonito”. Nos cuenta que es “la primera vez en la historia de este país que una sola persona, viva y popular, presta su ropa. Con lo cual es maravilloso poder compartir esto porque hay mucha gente que nunca antes había ido a los museos y ahora están yendo”. Además, nos confiesa que la exposición, donde se pueden admirar 77 vestidos de alta costura, tenía que albergar hasta 100 modelos pero “no habían maniquíes para tantos trajes”.
La empresaria está tan ilusionada con su exposición que, según nos adelanta en exclusiva para EnBlau, algún día le gustaría poder mostrar su repertorio de zapatos porque “son maravillosos” y tiene tantos “como un ciempiés, y eso que en mi mercadillo de caridad de navidad vendo muchos”.
Siempre perfecta, jovial y elegante, la socialité nos desvela que “no hace deporte, ni gimnasia” para mantenerse como está porque “no soy de engordar y me mantengo bien”. Eso sí, procura tener mucho cuidado tanto con su pelo, como con su piel y por eso todos los días se aplica “las mejores cremas reafirmantes y anticelulíticas”.
Carmen, ¿quién es tu diseñador fetiche?
Hay diseñadores que han sido míticos. A principios de siglo XX, Chanel rompió todos los esquemas y me parece la persona más creativa, brillante y con personalidad que ha habido hasta ahora en el mundo de la moda. Y en los años ochenta también había Mary Quant que fue otra enorme rompedora. Luego, hay diseñadores que son buenísimos como Yves Saint Laurent, Valentino y Galiano, que es otro de mis ídolos y ha sido y sigue siendo un genio, aunque sin él Dior no es lo mismo.
¿Sigues a alguna influencer?
Los estilismo que lleva Olivia Palermo he de reconocer que siempre me han gustado, aunque ahora no tanto. Me parece una mujer muy elegante y he tenido el placer de conocerla. En fotos es maravillosa, pero al natural me parece tan pequeñita y poquita cosa, que pasa un poco desapercibida.
¿Qué opinas de los influencers de moda?
Siempre hay que estar al día de todo. Ahora hay gente con 18 y 20 años que son bestiales porque están pendientes de cualquier cosa que salga para ser los primeros en tenerla. Todo esto me parece la pera y no me lo quiero perder. De hecho, voy a organizar en casa una quedada con millennials para saber qué es lo más importante para ellos, cuáles son sus tendencias, cómo compran… Es otro mundo porque nosotros nunca antes hemos comprado así y eso me interesa. En la vida hay que estar en continua evolución y salir de tu zona de confort.
¿Les darías algún consejo?
Lo primero es que tengan una formación cultural de moda. Que se estudien la historia de la moda porque es muy importante saber la historia de la indumentaria y la moda, y saber identificar a qué época pertenece una fotografía o pintura. La cultura y la formación son fundamentales, aunque luego quieran ser los más cool y modernos.
¿Cómo ha cambiado la elegancia a lo largo de los años?
Se están rompiendo muchos esquemas, ahora es otra historia porque estamos por unos derroteros más de disfraz. A nosotras nos puede parecer un horror, pero es lo más cool que hay. Por ejemplo, cuando nació la moda punk, a mucha gente le parecía un horror, pero ahora, con el tiempo, me parece una moda elegantísima.
Carmen, dime una prenda que sea una apuesta segura en tu outfit.
En invierno, el suéter de chasmere negro de cuello alto porque lo puedo combinar con una falda ideal de tubo, de vuelo, con un pantalón pitillo, vaquero… De hecho, el suéter de cuello alto lo tengo en todos los colores porque me queda bien y me gusta. Y en verano mi prenda fetiche es el bikini y el bañador porque me gusta el mar y soy muy de playa. Me gustan mucho las camisas grandes de hombre con las mangas arremangadas y un short.
¿Cuál es la prenda más cara de tu armario?
No lo sé, hay varias pero no sé exactamente cuál sería. Compro porque me gusta, me parece bello y está bien, pero no me acuerdo del precio, de verdad. En proporción con los trajes que tengo, que son carísimos, tengo un bolso de cocodrilo birkin de Hermès que tiene un precio tremendo. No quiero calificarlo pero creo que es lo más caro que tengo, y eso que no deja de ser un bolso.
¿Y la prenda más barata?
Para que veas lo que es la vida, el otro día fui a la peluquería y vi a la peluquera con un vestido de punto negro que me pareció la bomba y me dijo que era de Zara. Entonces, le mandé un mensaje a la directora de Zara de la calle Serrano y le pregunté si tenían más vestidos como ese. Por suerte me dijo que lo tenían de súper rebaja. Valía 40€ y al final me costó 5€. Es maravilloso, no me lo puedo creer.
¿Te molesta que te tachen de frívola por decir que tienes habitaciones en lugar de armarios?
Eso fue una frase que me salió hace años de manera inconsciente cuando no era ni conocida. Fue una jugarreta de una periodista que me preguntó no sé qué y le dije eso. Pero es verdad. Guardo la ropa en habitaciones, como con los típicos colgadores con barras de metal de las tiendas. Y luego, tengo un armario enorme con cosas solamente de Chanel. Pero, ¿por qué va a ser frívolo? ¿Crees que acusarían de frivolidad a una persona con muchos cuadros o mucho arte? No creo que una pieza bonita de costura sea un acto menor y las personas que llamen a esto frivolidad son unas ignorantes y no me interesan. Detrás de los trajes de alta costura, se crean muchos puestos de trabajo y hay mucha gente que está trabajando.
¿Y que te comparen en estilo con Naty Abascal?
No es competencia es que no tenemos ninguna relación porque ha intentado hacerme mucho daño, en general, pero no lo ha conseguido. Cuando nos vemos y coincidimos, para mí, es transparente, es como si no existiera y supongo que para ella yo soy igual, como el papel de celofán.
¿Alguna vez has comprado en los mercadillos?
No soy muy de mercadillos, pero cuando estaba haciendo el programa ‘Las joyas de la corona’ compré en uno, creo que fueron dos o tres cosas muy monas, y me lo pasé súper bien. Los mercadillos son muy divertidos y puedes encontrar ropa. A decir verdad, sí que compro en los mercadillos. Todos los veranos en Saint-Tropez me compro ropa en un mercadillo, que hay todos los sábados en la plaza y tienen cosas muy hippies e ideales.
Hablando de ropa, ¿qué te parece la vestimenta de reina Letizia?
Ha tenido muchos fallos pero cada vez se está centrando más. Ella es la representación de la primera institución española y da una imagen tanto dentro como fuera de España. Lo único que a veces le he criticado es que no se puede vestir como si fuera una influencer o it girl porque es la reina. Tiene que tener una línea y no debe cambiar continuamente de estilo porque de vez en cuando ha metido unas patas… Pero bueno, así va aprendiendo.
Sobre sus retoques estéticos, ¿qué piensas?
Está ideal. Cuando Letizia se casó estaba mayor y peor de lo que está ahora. Tenía una nariz muy grande, con una barbilla muy prominente y no me parecía una mujer guapa. Sin embargo, ahora sí me lo parece. El gran retoque que se ha hecho, y ahí se debería haber plantado, fue la nariz. Luego es verdad que se puso un poquito de pómulos porque tenía una cara muy delgada y hundida. Pienso que debe tener medida porque si Letizia se sigue operando quedará como el capó de un coche. Terminará demasiado cambiada y con la cara demasiado hinchada.
Y a Ada Colau, ¿cómo la ves?
No me gusta nada su actitud ante la vida, ni su forma de ser. Entonces ya la veo con prejuicios. Su look me parece muy aburrido. Me da la sensación que siempre va igual, con un suéter de cuello caja. Ada ha conseguido tener un look que no es look. Es tan neutro que nadie le puede decir que cambie, ni para bien, ni para mal. No sabes ni cómo va vestida porque siempre va igual. Oye, que eso a lo mejor tiene su gracia para que nadie se fije en ella. Está representando a una ciudad elegantísima como ha sido siempre Barcelona, pero el look de Ada Colau es un horror y le da igual ir al mercado, a la peluquería o al ayuntamiento.
¿Crees que la situación política actual podrá afectar a la moda?
Es una lástima porque adoro Cataluña. Todo el mundo se está yendo y Madrid ha salido ganando con esto porque ahora todo se cuece aquí: la moda, la industria, la cultura, todo. Madrid está subiendo y se está poniendo con unos precios astronómicos. La gente quiere seguridad jurídica con su dinero y en Barcelona no hay porque, si te das cuenta, un día se cargaron el Parlament y se pusieron a jugar a republicanos e independentistas, con una falta de respeto vergonzosa hacia todos los catalanes que no pensaban como ellos.
¿Te gustaría ser alcaldesa de Madrid?
Siempre he dicho que si pudiera tener un cargo político, me gustaría ser alcaldesa. Me gustaría organizar mi ciudad y tenerla bellísima, con una imagen corporativa y que los ciudadanos fueran felices. No como pasa ahora en Madrid, que se cargan las calles principales y ya no hay quien vaya ni a la Gran Vía, ni a Santa Engracia. Nos hacen la vida imposible. También aprovecho para decir a los policías que no pongan tantas multas porque ya está bien. En casos importantes sí, pero muchas veces, cuando paras en carga y descarga porque tienes que recoger un paquete, te ponen una multa. Las ciudades son para disfrutarlas y para que los ciudadanos, que pagamos muchos impuestos, seamos felices. Pero bueno… Cuando se meten muchos podemitas ya la hemos fastidiado. Y tanto carril bici… ¡si aquí en Madrid nadie va en bici!
Hablando de política, en 2015 te afiliaste al VOX...
Nunca me he afiliado a VOX, ni a ningún partido. Les conocía y me dijeron que me presentara con ellos para darles un poco de visibilidad. Y así fue, porque fueron tres días trending topic con el cuento de que Lomana se había unido a ellos. Pero sabía que nunca iba a salir senadora porque me presenté por Madrid y era imposible. Si me hubiera presentado por Cuenca, Soria o Guadalajara hubiera salido senadora porque tuve muchísimos votos, y sin campaña porque no nos dejaban hacer campaña en ningún sitio. Estábamos vetados en todas las televisiones, menos en Intereconomía y a veces en Trece, porque el PP pensaba que les quitaríamos sus votos.
¿Sigues teniendo relación con ellos?
No, nunca, solamente conozco a tres personas del partido. Me equivoque totalmente uniéndome a VOX. Mucha gente se cree que soy, o era, de VOX y no es cierto. Soy una persona, en general, con una mente un poco más abierta en algunas cosas, en otras no, como por ejemplo, la defensa de la familia y que la mujer no aborte cuando se queda embarazada. Pero por ejemplo, no estoy en contra del matrimonio homosexual.
Me mencionas a las mujeres. Dijiste que no ibas a hacer huelga el pasado 8 de marzo porque no crees en esas tonterías…
No. Dije que no estaba de acuerdo con los motivos por los que decían que hacían esa huelga. Para empezar, una huelga es laboral y aquí se reivindica la violencia de género y el machismo. Entonces, para esto, vete a gritar a una manifestación. Luego decían que la culpa de todo la tenía el capitalismo, ¿qué culpa tendrá el capitalismo, con que un señor sea machista y con que haya una brecha salarial? Decían que querían un país democrático y libre, ¿qué pasa, que España no es un país democrático y libre? Realmente, me siento muy libre como mujer de elegir lo que quiero y lo que no. Siempre he trabajado y nunca me he sentido ni menospreciada, ni odiada por los hombres. El feminismo es un panfleto político de la izquierda y nada más. No me gusta este rollo, ni ponerme en contra de los hombres porque son mis compañeros de vida y me han ayudado tanto en mi vida laboral, como profesional. En fin, que los hombres tienen muy pocos derechos en este momento y si las mujeres siguen, ¿los hombres van a tener que salir con bozal a la calle?
Entonces crees que no se ha conseguido nada tras la multitudinaria huelga feminista…
¿Pero qué se va a conseguir? Nada. El 8 de marzo me lo pasé fenomenal. Estuve reivindicando todos los logros que había conseguido la mujer en 100 años, desde que consiguió el derecho al voto. Ahora no pueden pretender cambiar todo. La mujer es libre de viajar, tiene su pasaporte sin permiso de su marido, puede decidir si quiere abrir una cuenta o no… ¿Tenemos ablación del clítoris? No. ¿No podemos hacer nada sin el permiso del marido? No. Las mujeres tenemos algo que nos condiciona por encima de todo y se llama maternidad. Eso me parece la más grande opción que puede tener una mujer y esto te condiciona muchísimo, más que un machismo y otras tonterías.
¿Te arrepientes de no haber sido madre?
No me arrepiento porque no he podido, aunque sí que lo siento. Me hubiera encantado ser madre y mi idea era tener, por lo menos, cinco hijos. Lo que nunca he querido ha sido adoptar.
¿Por qué?
Porque no me interesa. Quería tener hijos con la persona que quería, que era mi marido. Y quería que nuestros hijos fueran una continuación de nosotros dos. Cada uno es muy libre de pensar lo que quiera, pero para mí la idea de adoptar y tener un niño por tener no me va. La idea de tener un hijo mío sí.
¿Estás en contra de la adopción?
No, para nada, me parece maravilloso. Pero, como hablábamos antes, las mujeres tenemos la opción de elegir qué queremos en cada momento. Para que veas, tengo una ONG en Tánger de niños abandonados y por el momento tenemos recogidos a 15 niños que son maravillosos.