Basta. Basta ya con esta vomitiva lacra que no se detiene de los acosadores sexuales. Basta de leer como cada día muchas mujeres denuncian lamentables agresiones sexuales, incluso, como le ha pasado a Candela Peña, en medio de la calle a plena luz del día.
Candela Peña / @candela_penya
Le ha pasado en Madrid. La inmensa actriz catalana y ahora colaboradora de Broncano en La Resistencia, vuelve a protagonizar una serie maravillosa con uno de aquellos papeles inolvidables que borda, que emociona, que conmueve y que hace reír a partes iguales. Interpreta a la madre de Roberto Enríquez, Bob Pop, en la serie que aborda todo lo que ha tenido que sufrir en su vida, durante los años de juventud, el excelente guionista, escritor y colaborador televisivo: Maricón perdido. Una serie donde justamente, se aborda en el segundo capítulo una violación que sufrió el protagonista en el parque del Retiro cuando tenía veintipocos años. Y ahora quien también ha sido víctima "entre matojos" ha sido la actriz de Gavà.
Candela Peña en 'Maricón perdido' / TNT
Candela Peña y Bob Pop / @candela_penya
Aunque en el terreno profesional, Peña vuelve a disfrutar de los papeles que se merece quien probablemente sea la mejor actriz de este país, en la vertiente personal lleva un tiempo teniendo que sufrir hechos miserables. Hace unos meses, recibiendo amenazas de muerte a través de las redes sociales, y ahora, lo que le ha pasado mientras iba paseando por Madrid en pleno día.
Candela Peña / @candela_penya
Fue "A pleno sol, domingo, 15:30 horas del mediodía". La empieza a perseguir "un hombre robusto de 1,80, camiseta blanca, riñonera, pelo canoso, barriga y pantalón corto oscuro". Un hombre robusto y un desgraciado que la esperó para seguir con su comportamiento vergonzoso: "Tras girarme en varias ocasiones me ha esperado a mi vuelta, entre matojos, masturbándose. Y lo terrible es que tras empezar a correr sabía que no tenía escapatoria...". Afortunadamente, pudo escapar gracias a dos chicos que iban en bicicleta y que la acompañaron: "estoy volviendo a casa después de tener que llamar al 112 y gracias a que me han acompañado dos ciclistas venezolanos. Si no es por los chicos en bici, no sé...".
La ayuda que (no) recibió por parte del 112, también es de traca: "la del 112 diciéndome que no era concreta...". Lo que es muy concreta es su denuncia. Basta. Que la justicia actúe como se merece contra este despreciable hombre y el resto que hacen como él.