Todos los actores y actrices dicen que su trabajo es el más bonito del mundo, pero también, a veces, uno de los más complicados. Solo hay que ver cómo, lamentablemente, el porcentaje de intérpretes que se ganan la vida haciendo lo que mejor saben, sigue siendo muy bajo. Miles de actores excelentes tienen que vivir haciendo otros trabajos a la espera de conseguir un papel, y lo que es peor: conseguir un trabajo bonito, reconocido y exitoso, no les asegura una continuidad y a veces, demasiado a menudo, viven en su propia piel épocas de vacas magras después de haber pasado por momentos de reconocimiento. Es lo que le pasó, como muchos, a un queridísimo actor catalán que queremos mucho, el gran Bruno Oro.



Afortunadamente, ahora lo podremos volver a disfrutar en TV3 con uno de cuyos proyectos se siente más orgulloso: el Vinagreta, al lado de su inseparable Clara Segura, un programa que nos dibuja una sonrisa en la cara y que se estrenará dentro de bien poquito en Televisión de Catalunya: "Dos meses grabando y, sobre todo, sin cesar de reír. No te puedes ni imaginar lo que te espera... Vuelven los personajes míticos y llegan nuevos a 'Vinagreta'. "Hostias, tito... Lo celebramos con un gin-tonic y tal, ¿no?". Hay que remontarse al 2008, cuando entonces se estrenó Vinagre, programa de gags donde muestran diferentes parejas protagonizadas por ellos dos. Personajes inolvidables como Eli y Yeni, las cajeras de supermercado, el pijo Jacobo o Àfrica y Yeral, "¿Valeee?" y su método "no limit" para las clases de aeróbic, el "total fitness on the beach"... Pero a Bruno lo hemos visto muchas otras veces en TV3.

¿Qué decir de sus inimitables imitaciones en el Polònia de TV3? Artur Mas, José María Aznar, Ángel Acebes, Lluís Companys, María Teresa Fernández de la Vega, Felipe González, Cristóbal Montoro y tantos otros. ¿O de su papel en El cor de la ciutat? Amante de su Cadaqués querida, polifacético, cantante, ha escrito libros y ha hecho rompernos de risa encima de un escenario, con obras de teatro hilarantes como Ai, ai, ai o Cobertura. Un Bruno que ha probado las mieles del reconocimiento y tener muchos proyectos, con épocas donde no lo ha pasado nada bien. Entrevistado por RAC1, habla de por qué desapareció bastante tiempo de TV3 después de Polònia o Vinagre: "Sentí que estaba repitiendo la misma fórmula. Hacía 11 años que imitaba personajes y noté que, como actor, tenía que dejar de ser imitador porque la etiqueta se me estaba limitando. Ahora vuelvo con ganas de explicar historias nuevas".


Y cuando le preguntan "¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu carrera profesional?", no lo duda: "Posiblemente, el más difícil fue cuando acabé Polònia". ¿Por qué?: "Tuve la sensación de que la gente se olvidaba de mí en el ámbito profesional. Nadie me llamaba y pasé unos años muy complicados. Me vi obligado a crear mi propio contenido: me creé una cuenta en las redes y también escribí mi primera novela. Creativamente, fue muy interesante porque aprendí a vivir de mí mismo". Una situación agridulce, porque paradójicamente, su peor momento "ha sido al mismo tiempo el mejor y yo no lo sabía. De las partes oscuras de la vida salen versiones nuevas y mejores de uno mismo. En aquel momento pensaba que era el abismo, pero en realidad era el inicio para confiar en mí mismo. Muchas veces, los artistas nos sentimos muy solos. Tenemos que intentar trabajar para nosotros y no para los otros". Ganas de volver a verlo en Vinagreta.