25 años de carrera. Reciente Cruz de Sant Jordi. Más de 30 espectáculos. El último, Malditas plumas. Todo eso, y su enorme talento encima de un escenario, han hecho que Sol Picó sea una de las mejores bailarinas y coreógrafas del país, sin ninguna discusión. La valenciana subió Al cotxe! de TV3 para demostrarle a Eloi Vila y a los espectadores que su sensibilidad haciendo movimientos es la misma que tiene cuándo habla de lo que la rodea y de lo que le ha tocado vivir.

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Sol Picó y Eloi Vila (TV3)

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Sol Picó, 'Al cotxe!' (TV3)

Alguien muy espabilado le cerró las puertas del Instituto del Teatro "porqué estás gorda". Pero ella, a fuerza de constancia y con el apoyo de sus padres, no se dio por vencida hasta conseguir todo lo que ha conseguido hasta ahora. Unos padres de quienes se deshacía en elogios hablando sobre ellos, con especial y emotivísimo recuerdo sobre la madre, ama de casa en Alcoy, que desgraciadamente murió demasiado pronto: "Se fue muy pronte, eso fue muy fuerte. Cuando yo tenía 16 años y ella tenía 42, de repente se murió. Le entró dolor de cabeza, le hicieron cuatro pruebas, en aquella época no sabían... Muy fuerte. Y yo con la desazón de irme".

Una Picó que dejó claro de donde le viene esta vertiente artística: "La esencia... a mi madre le gustaba mucho cantar, lo hacía muy bien, pero no pudo dedicarse. En todas las bodas le decían: 'que cante Sole, que cante Sole'. Y ella: ¡'un momento'!", recuerda emocionada. "Qué lástima que no haya podido ver tu camino", le dice el presentador. "Lo pienso tanto, tanto... Mira, no quiero pensar que todavía me echaré a llorar". A quien emocionó fue a los espectadores. También, por cómo se le ilumina la cara cuando habla de su pasión y de qué significa para ella bailar y no dejar nunca de hacerlo. Una semana más, una conversación deliciosa.