Anna Castillo es una de las actrices con más talento del cine español. Y no sólo porque lo digan los muchos premios que ha ganado. Las películas y series se la rifan. Saben que si quieren a una intérprete natural, creíble y que parezca que no tiene ninguna cámara en frente, la catalana es la actriz que buscan.
@nanitita
La protagonista de Adú, La llamada o Estoy vivo, además, tiene otra virtud: alzar la voz cuando lo considera, mojarse por causas sociales e ir en contra de cualquier comportamiento retrógrado, machista, homófobo o racista que ve en la sociedad.
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Tiene la juventud y al mismo tiempo el sentido común para hacer lo que le salga del moño. Y si a alguien le molesta, que se ponga hojas. Pero hay una serie de parámetros absurdos y extrañamente puritanos que flotan encima de algunas redes sociales que ven impúdico enseñar algún genital, masculino o femenino, o, y esto todavía es más ridículo, algún pezón, si es de mujer. Los hombres pueden enseñar su torso desnudo en Instagram. Las mujeres tienen que hacer filigranas y poner dibujitos o posturas inverosímiles para que no se les vean los pechos en alguna foto. Penoso. Pero cuando la censura va, Anna Castillo vuelve.
Esta es la imagen que la actriz ha publicado. Una imagen espectacular, disfrutando del sol en una piscina, dentro de un flotador, y con un jersey, que en contacto con el agua, apunta el tan temido pezón para Instagram. Las tijeras de la red social todavía no han actuado, pero lo más curioso es que la misma Castillo acompaña la foto con un símbolo muy explícito: una mano cruzando los dedos, deseando que hoy los censores tengan fiesta y pasen por alto la grave ofensa de Castillo enseñando una foto así. Esperemos que pronto llegue el día que no haya que poner emoticonos como estos.