Ana Rosa Quintana habla en su programa de cualquier asunto que pueda despertar el morbo de su audiencia. Para la presentadora, no hay ningún problema con empezar azotando a los indepes para acabar conectando, acto seguido, con un pozo de Totalán para hablar del drama de un menor. Pero hay un tema que es mejor no tocar: el sexo en Gran Hermano. O eso es al menos lo que pasó el otro día en Telecinco, cuando la Ana Rosa más esquiva se indignó con el edredoning de dos concursantes de GH Dúo: "¿Por qué he de ver esto?".
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En una entrevista al digital El Español, Ana Rosa se quiere sacar ahora la etiqueta de puritana y lo explica todo sobre el sexo. La liberación sexual llegó a España antes incluso que la Transición, y Ana Rosa ya vivió los años de juventud disfrutando de una vida sexual plena, explica: “Nunca tuve miedo a tener relaciones sexuales”. La presentadora madrileña relata que "el colegio de monjas no me influyó" a la hora de experimentar y vivir su sexualidad satisfactoriamente, aunque rechaza el sexo sin amor: “Que cada uno haga lo que le dé la gana y se acueste con quien quiera, tantas veces como quiera. Pero yo necesito tener sentimiento. El sexo es una prolongación del sentimiento. No es sólo una satisfacción momentánea”.
La ideología política, incluso en la cama. Sobre cómo lo hacen los de derechas y los de izquierdas, Ana Rosa lo tiene claro: “La gente del PCE siempre ha sido muy conservadora en sus relaciones. Unos lo hacen más por delante y otros más por debajo”. Sobre si lo hacen en pareja o si prefieren las multitudes, Ana Rosa no se pronuncia. Pero sí que habla por ella: “A mí las orgías no me han interesado nunca”.
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La periodista pide a los padres que hablen de sexo con sus hijos. Fundamental para educar a los pornonativos, es decir, los chicos que tienen su primera experiencia sexual con la pornografía y después lo reproducen. "Me parece un horror, pero inevitable". Horror, también, hacia los hombres que pagan prostitutas: “Entiendo que haya mujeres que quieran hacerlo. Y habrá que proteger a esas personas. La culpa es de los hombres que lo consumen. Están cometiendo un delito”.
Sobre sus mitos eróticos: Robert Redford, Paul Newman, Álex González, José Coronado... En el otro lado de la balanza, Julio Iglesias, Bertín Osborne y Ana Obregón. ¿El presidente más guapo? Pedro Sánchez.
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Y para aquellos que quieran conquistarla, dos detalles importantes: Ana Rosa Quintana es incapaz de estar con un hombre de quien no le gusta su voz y detesta los malotes.