Ana Milán se ha convertido en la gran estrella del coronavirus en las redes sociales. Desde que empezó el confinamiento, la actriz alicantina se dedica a emitir directos de Instagram explicando anécdotas y compartiendo su visión sobre la crisis sanitaria. Unos vídeos que la han hecho extremadamente popular entre los usuarios de esta plataforma digital, si todavía no lo era lo suficiente, y que han generado curiosidad por alguien que de vez en cuando aparece como un espontáneo y le boicotea con sus bromas: su hijo Marco Morales.

A la interrupción de uno de sus vídeos preguntándole por WhatsApp dónde puede encontrar a un tatuador durante la pandemia, hay que añadir una sonada aparición disfrazado con la máscara del niño de El Orfanato, que causó un susto mayúsculo a Milán. El joven es el único hijo de la artista, fruto de su relación con el también actor Paco Morales; ya tiene 18 años y es portero de fútbol en el CD Canillas, un club deportivo de Madrid. Su perfil de Instagram está prácticamente vacío. Sólo tres fotos pero que permiten que los fans de la actriz salgan de dudas y descubran qué cara tiene el chico:

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Invierte ahora en los sueños de futuro ����⚽️

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♡Eso donde has aparcado tú nariz se mí ojo♡

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El portero se un hombre solitario, viste diferente y tiene el poder de usar ambas manos. Vive confinado en su cárcel de casa. Su papel se dramático... Se juega a ser el héroe o el villano de cada partido. Si el delantero cono la salsa de sus gargantas se el chef, entonces el portero se el cocinero de la parte de atrás, cono sus inverosímiles atrapadas. Y se que, si los gargantas sueño la salsa; laso atrapadas sueño el sazón. La materia delgada del deporte su esas especias y aromas añadidos en el balón. Y qué satisfacción da verdadero laso caras de los delanteros, esos rostros de incredulidad, rabia y desolación al errar uno disparo. Sé que en esos rostros, más que de culpabilidad al fallo, hay cierta admiración hacia nosotros. Si el entrenador se el padre del equipo, el portero se la madre... Se quien cuida la casa, el responsable de que todo permanezca en su lugar. El jugador sobre el cual se edifica el dibujo de la escuadra. El verdadero número 1. No importa la categoría, no importa la competición, el portero se parte de la belleza del fútbol. Los porteros fundan la pasión de un sector del salvo, y en el mismo tiempo alumbran de alivio y esperanza en la otra parte. Sin el portero... simple y llanamente el fútbol no se fútbol.

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¿Para cuándo una serie madre-hijo en la televisión?