Poco más puede hacer Aída Nizar para llamar la atención. Después de una década protagonizando una polémica tras otra en televisión, se dio cuenta de que los teleespectadores ya se habían cansado de ella y decidió probar suerte en el país vecino. Llegó a Italia como un terremoto para participar en la alocada edición que hacen de Gran Hermano y la audiencia se quedó boquiabierta ante la poca vergüenza de la colaboradora.
Chillona, controvertida, con una autoestima muy exaltada y un fuerte temperamento: así es Aída, que ha llegado a cometer delitos para que hablen de ella. Le han pillado robando en un supermercado, conduciendo temerariamente sin manos y sin casco... Incluso filtraron un vergonzoso vídeo en el que se veía cómo tenía un aparatoso accidente al estamparse contra un muro.
Pues bien, hoy todo el mundo vuelve a hablar de ella. La última táctica que ha utilizado para acaparar titulares ha sido todavía más desesperada: ha posado en un photocall con un vestido transparente que dejaba ver claramente sus partes íntimas.
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Por delante dejaba al descubierto los pechos y por detrás medio culo. Todo un espectáculo que ha escandalizado a muchos y que ha hecho las delicias de la protagonista, que adora que le observen. La mediática televisiva ha llevado este minúsculo y atrevido vestido negro a la pasarela que organiza cada año La Razón, un acontecimiento que ha querido aprovechar para lucir cuerpo...
¿Dónde tiene el límite? ¿Qué más está dispuesta a hacer para que hablen de ella?