A sus 46 años, el actor escocés James McAvoy se está forjando poco a poco una sólida carrera ante cámaras, después de sacar la cabeza con Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario, donde hacía un recordado papel como fauno, y posteriormente, consiguiendo diferentes papeles en películas de más o menos éxito como Wanted, El último rey de Escocia, Expiación, X-Men: fisrt class, Glass, It: capítulo dos, No hables con extraños, su último trabajo como intérprete, y tantas otras. Ahora, McAvoy ha decidido probar suerte al otro lado, detrás de cámaras, como director del filme California Schemin, que explica la historia real de los aspirantes a raperos Gavin Bain y Billy Boyd, y que acaba de presentar en el Festival de Cine de Toronto, en Canadá.


Para celebrar esta novedad importante en su vida profesional, hace un par de noches el actor y director fue a celebrarlo con unos amigos y parte de los miembros del equipo de la película, a un restaurante de la ciudad canadiense, el 'Charlotte's Room'. Pero lo que tenía que ser una noche tranquila, alegre y de buen rollo, se convirtió en caos, no entender nada y un susto mayúsculo. Y es que sin comerlo ni beberlo, cuando quedaban pocos minutos para la medianoche, McAvoy recibió un puñetazo en la parte posterior de la cabeza por un desconocido. Incredulidad, estupor y no entender nada de nada por parte del intérprete y de sus acompañantes. Según TMZ, no está claro si el agresor iba bebido y si tenía conciencia de a quién le había hecho la agresión ni por qué motivo, aunque algunos testigos dicen que se encontraba visiblemente bajo los efectos del alcohol y que el personal del restaurante llevaba tiempo intentando echarlo de allí antes de que reaccionara como lo hizo, cogiendo a McAvoy como punching ball. Afortunadamente para McAvoy, no le provocó ninguna herida ni tuvieron que llamar a los servicios médicos para que le miraran.


Incluso, el actor siguió tratando de recobrar la normalidad y bromeando o quitando hierro con sus amigos de lo que acababa de vivir, o comentando la jugada con los camareros y el personal del establecimiento, que trataban de darle alguna explicación plausible a lo que había acabado de pasar. En la mesa, con él, había también su pareja y algunos de los productores del filme, que se quedaron azorados y sin capacidad de reacción, aunque afortunadamente la cosa no fue a más porque diferentes personas cogieron al agresor, lo redujeron y lo expulsaron del local.