Los milagros, existen. Si no, que se lo digan a Devin Stratton, un joven norteamericano que ha vivido el susto de su vida durante una sesión de esquí.

El accidente no ha sido por falta de experiencia, todo lo contrario: el control que tiene del terreno -es amante de los deportes extremos- le ha llevado a confiarse más de la cuenta, y las consecuencias han podido ser fatales.

Grabándose con la GoPro mientras se desprende por la nieve de Utah (EE.UU.), el joven se encuentra una reducida acumulación de nieve. Allí, aprovecha para dar una pizca más de velocidad a su marcha, dando un salto que le acelera inevitablemente.

Lo que no sabía es que detrás había un precipicio de 46 metros de altura, por el que cae durante 25 segundos sin poder evitarlo.

Tras la caída, el joven enfoca su rostro y dice estar muy bien. Y así fue: Stratton salió ileso, sin ninguna rotura. Sólo sintió algo de daño en las costillas después del golpe, que al cabo de un rato le desapareció.

 

En photo posted by Devin Stratton (@devins223) donde|dónde

Gran noticia para el joven y su familia. Desgraciadamente, su melliza, Rachel, murió hace un año y medio de cáncer de cerebro. Las primas de los dos, youtubers con muchos seguidores, tienen claro que desde el cielo Rachel protegió a su hermano.

 

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El vídeo de la impresionante caída ya acumula más de medio millón de visualizaciones en las redes.