Entre el clásico dominio cultural de los Estados Unidos, y la más reciente globalización, puede parecer que quien trae los regalos de Navidad en todas partes es Papá Noel, pero hay históricos personajes que se niegan a desaparecer.

El ejemplo más claro y próximo para nosotros es el Tió de Nadal, tan singular como original: ¿dónde se ha visto que de dar golpes a un tronco este defeque regalos? La magia de la Navidad -y de los catalanes- que dicen.

En ningún caso, sin embargo, el Tió es una excepción en Europa. En el País Vasco, por ejemplo, quien trae los regalos es Olentzero, el mágico hombre gordo, barbudo y que no puede salir de casa sin su boina.

La Península Ibérica todavía tiene sitio para más. Aparte del Tió y Olentzero, están, como no, los Reyes Magos, que la noche del 5 al 6 de enero llenan los salones de casa de obsequios para pequeños y mayores.

Más allá, no hay troncos que caguen regalos, pero sí muchos hombres mayores y barbudos, como Papá Noel o Olentzero, que los llevan a los hogares a través de un saco. De hecho, muchos de estos hombres han sucumbido a la estética del 'Santa Claus' norteamericano, como podría ser el 'Father Christmas' inglés, que en sus inicios iba vestido de verde, o el 'Jultomten' sueco (literalmente, el 'gnomo de Navidad'), que ahora es como un Papá Noel más.

El 'Father Christmas' inglés. Imagen: Wikimedia

San Nicolás, por su lado, trae los regalos a la parte oriental de Ucrania y a Polonia. En este último país, por cierto, hay bastante variedad de personajes navideños, como es el Aniolek ('ángel'), o Dzieciatko (el 'niño Jesús'). El 'bebé Jesús' (tuit siguiente) también reparte los regalos en Chequia y Eslovaquia.

En las repúblicas eslavas, tanto en las sureñas, como Serbia o Bulgaria, como a las orientales, por ejemplo, la misma Rusia, el mágico navideño es 'Ded Moroz', esto es, el "Abuelo Frío", que si bien sigue siendo azul en muchos casos -cómo lo había estado siempre-, ahora también ha sucumbido en algunas ocasiones al rojo de Papá Noel.

Como se ve, el listado de personajes mágicos es largo... Cada uno con sus tradiciones, pero sobre todo que no falten los regalos... Ni la ilusión.