Si ya sabes qué es un hoverkart puedes vivir más en calma, no se te ha pasado el arroz tecnológico. Si no sabes a qué hace referencia este nombre también puedes vivir tranquilo, por qué engañarnos, pero sólo porque estás delante del artículo indicado. Este artefacto ha aparecido como complemento del hoverboard (una superficie con dos ruedas laterales y un motor, que se dirige a partir de nuestro equilibrio, aunque hace falta una sincronización seria del cuerpo). Así pues, el hoverkart es una estructura tipo kart que se puede instalar en este elemento, de forma que se gana maniobrabilidad, comfort y seguridad, porque se puede conducir sentado. De hecho, tiene un carácter mucho más instintivo en la conducción, y no habrá que partirse la espalda para empezar a controlarlo. ¡Además, está pensado tanto por niños como por adultos!
La estructura del hoverkart está formada por una silla, dos barras que permiten girar hacia los laterales y dos barras centrales que conectan con una rueda delantera. Es, por lo tanto, un artefacto completamente mecánico, que no cuenta con ningún tipo de motor o impulso eléctrico. Se puede acoplar perfectamente a cualquier hoverboard a partir de unas cintas y unas piezas de encaje que tiene debajo el asiento (siempre que no sea una imitación). La instalación es excesivamente fácil, y no comporta más de treinta segundos. Los modelos de más categoría incorporan incluso suspensiones debajo el asiento.
Su precio oscila entre los 40 y los 100 euros. Para que te hagas una idea, tiene este aspecto:
El hoverboard, el motor del hoverkart, se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas los últimos años. Este patinete eléctrico está inspirado –en principio- en el artefacto que utiliza Marty McFly en la famosa película 'Regreso al futuro 2'. Aun así, en el largometraje el personaje flotaba sobre la plataforma.
Su derivada terrenal, en cambio, tiene dos ruedas instaladas, y permite girar a partir de una articulación al centro de la plancha. Obviamente pero se convirtió en una exaltación social gracias a los famosos. Personajes como Justin Bieber o David Beckham hicieron varias apariciones públicas con el aparato, de forma que se popularizó en el instante. Este tipo de transporte se añadía a los ya existentes segways o en los ecovemps. La cultura del hoverboard ha ido creciendo, y por eso se ha ideado la manera de conducirlo sentado, así se puede llegar a hacer carreras con más maniobrabilidad, o incluso llegar a hacer caballetes.
Por si todavía no has adquirido el tuyo. Los precios son muy variables, todo dependerá de la potencia y las prestaciones que se busquen:
Así pues, para montar tu propio hoverkart tendrás que conseguir los dos elementos del rompecabezas. En primer lugar un hoverboard, que funcionará como motor, y después la estructura tipo kart. De aquí proviene el nombre, poco original, todo sea dicho. La instalación es muy fácil. Sólo se tiene que acoplar la parte central del hoverboard con las piezas de bajo el asiento. A continuación, coger las dos tiras de nylon y rodear la plataforma que utilizamos como motor. ¡Ninguna complicación más! La velocidad de todo el aparato dependerá directamente de las prestaciones del hoverboard original. ¡Vaya, que se pueden hacer fácilmente competiciones entre amigos!
Para los más atrevidos recomendamos el hoverkart equipado con ruedas todoterreno, de forma que es posible moverse con todo tipo de libertad por terrenos montañosos:
