Jed Gradisen nunca había visto un delfín de tan cerca. El joven surfista, de 13 años, estaba surfeando tranquilamente en Kalbarri, Australia, cuando de golpe un delfín saltó fuera del agua y se estrelló contra él. "Estaba remando hasta la orilla cuando vi cómo pasaba un grupo de delfines. Como venían venían directo hacia mí, intenté esquivar su ruta, pero uno saltó justo sobre mi", explica el adolescente. "El delfín fue a parar a mi espalda. Estaba muy estresado, pienso, casi tanto como yo".

El choque fue tan violento que el hocico del delfín atravesó la tabla de surf. "Tuvo que sacudirle la cabeza para liberarlo, fue violento", detalla el padre del chico. El adolescente, eso sí, salió ileso del incidente. "Ni en sueños se me habría imaginado una cosa así", explica. Gradisen tuvo más suerte que otro surfista que, según el diario Perth Now, acabó con una pierna rota después de ser golpeado por una ballena en el mismo lugar.