Podría ser una ciudad árabe cualquiera, pero tiene una pequeña gran peculiaridad: es uno de los lugares del mundo con más doctores por habitante.

Se trata de Arraba, población árabe del norte de Israel, y se ha convertido en la excepción en un país donde los jóvenes que quieren estudiar Medicina brillan por su ausencia.

Según la OCDE, la organización internacional que agrupa países desarrollados pro-democráticos, sólo 5 de cada 100.000 israelíes son nuevos graduados en Medicina, un dato que se eleva hasta los 11,5 en la media mundial.

Pues bien, Arraba gradúa cada año a entre 25 y 30 doctores... de los 24.000 habitantes que tiene. Un número estratosférico, comparado con la media internacional y sobre todo con la israelí.

Harvard tiene la culpa

El interés por la Medicina surgido en este rincón rural de Israel tiene una razón fundada.

El responsable fue el Dr. Hatim Kanaaneh, el primer médico de la ciudad que se formó en Estados Unidos, allí por la década de los 60.

El entonces joven Hatim volvió de las Américas -concretamente, de la nada despreciable Universidad de Harvard- dispuesto a traspasar su pasión por la Medicina a los jóvenes del pueblo. Y lo consiguió. 

"Dr. Hatim era, además de médico, un líder comunitario para la salud pública. Se sensibilizó y nos dio esperanza", confiesa un vecino de la ciudad a la revista Israel 21.

Como respuesta a Hatim, fue fundada una organización de salud pública no gubernamental en la región, con el objetivo de "servir mejor a los pueblos y aldeas árabes".

Con todo, no hay duda que el mensaje de aquel joven estudiante de Harvard caló de verdad.