Ha sido suficiente un artículo en The New York Times (edición digital y en papel) para que las ventas de caganers se hayan disparado en Estados Unidos. La empresa gironina Caganer.com ha recibido más de 200 pedidos en tan sólo un día y medio. Tal y como era de esperar, no hay sólo un caganer de moda sino dos: el presidente electo de los EE.UU., Donald Trump, y la candidata demócrata que se quedó a las puertas de la Casa Blanca, Hillary Clinton. Según el diario norteamericano: "Hay una cosa que Trump y Clinton tienen en común. Están siendo representados en las nuevas figuritas de Navidad en Catalunya en una posición bastante comprometida: agachados para cagar."

Aunque todavía estamos a principios de diciembre, el gerente de Caganer.com, Sergi Alòs, ya ha anticipado que seguramente este será el año que más figuras se venderán. "De la misma forma que nosotros importamos Halloween de América, yo espero que algunos americanos descubran nuestra tradición y les guste", ha explicado. Volviendo a los dos caganers de moda en Estados Unidos, Alòs ha concretado que las ventas de Clinton empezaron "muy fuertes" pero poco después, Trump la alcanzó. Ahora bien, aunque los dos son tendencia, el todavía presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sigue siendo "el rey" en ventas. Del 2008 al 2016.

Embajadores de la cultura catalana

Se trata de una carrera que ya no tiene como línea de meta la Casa Blanca sino los belenes de las casas americanas. "La realidad es que nos hemos visto desbordados, pero afortunadamente teníamos bastante stock para abastecer la demanda", ha asegurado Alòs. Aunque Clinton, Trump y Obama son los grandes embajadores en miniatura de la cultura catalana en Estados Unidos, cada vez está irrumpiendo con más fuerza la figura del caganer tradicional. "Les hace gracia saber la historia del caganer, y eso es bueno. Cuando un extranjero viene aquí se lleva un caganer en vez de un sombrero mexicano", ha matizado el gerente de la compañía fundada en 1992.

Cada figura cuesta alrededor de dieciséis euros y el transporte hasta Estados Unidos ronda los veinte euros. Es por eso que las demandas pueden llegar a incluir hasta quince o veinte figuras de golpe: "Son grupos de amigos que se quieren ahorrar dinero en el transporte" o bien "convierten el caganer en un regalo original". Tampoco hace falta cruzar el océano para comprobar que los caganers atraen al extranjero. De hecho, el 50% de las compradores en las ferias catalanas son público extranjero que lo consideran "un recuerdo del país."