A las 2 de la madrugada, hora española, bajaba a la reina Letizia por las escaleras del avión que la llevaba a Argentina en viaje oficial. Conocida por su gestualidad de desaprobación cuando alguna cosa no le gusta (esté en la catedral de Palma o un aeropuerto) la reina ha bajado la maldita escalera la que ha motivado el retraso de 60 minutos dentro de la aeronave, con un ademán rígido. Las fotografías muestran una Letizia con la sonrisa forzada y apretando la mandíbula. El vídeo es todavía más significativo:
Los Reyes, en Buenos Aires. Viaje de Estado a Argentina. @MAECgob @CancilleriaARG https://t.co/q7lmEYqIrM pic.twitter.com/qwCohZOJ8X
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) 25 de marzo de 2019
A los reyes lo recibe no el presidente argentino sino una comitiva menor, con Josep Borrell muerto de frío. Un soldado brama "¡Banda militar formada sin novedad!" y tocan unos instrumentos de orquestina. Los monárquicos no le perdonan el rictus a Letizia:
Doña Letizia saluda con una sonrrisa " social" y distante " estoy porque tengo que estar". Señora... Aprenda un poco más de su esposo y de Doña Sofia y sepa darse al pueblo con mas empatia y simpatia. ( conste que siempre la he defendido pero no termina de aprender).
— Margeminis (@margeminis1) 25 de marzo de 2019
Alguien experto en protocolo me sabe decir si es normal/adecuado que no sea el jefe de Estado el que reciba a los Reyes en el Aeropuerto? Es habitual en España que sea el Ministro de Exteriores el que recibe a los Jefes de Estado que nos visitan?
— Pablo Báez (@BaezPablo) 25 de marzo de 2019
🎶🎶 y la escalera pacuando 🎶🎶
— White (@White95546757) 25 de marzo de 2019
Recibos por el encargado: el ministro de Exteriores, Jorge Faurie, tras una ofrenda floral al monumento del general San Martín hacen parada en la Casa Rosada donde los recibe, allí sí, al presidente Macri y su esposa, Juliana Awada. Con estas caras: Felipe cabizbajo por la bronca de dentro y Letizia seria. Felipe poniendo una sonrisa y Letizia con rictus letiziesco. Letizia serrando los dientes a punto de montar un numerito como el de Palma de hace un año:
El viaje oficial no ha hecho más que empezar y ya pinta mal. Ché, qué bueno que viniste.