El armario de la reina Letizia es generoso. Tiene vestidos para dar y para tomar. O para colocar a su madre o a su hermana. Pero hay algunas piezas por la que siente una especial predilección. El año pasado, por ejemplo, inauguró y despidió el verano con el mismo modelito. Un vestido que se puso tanto el 21 de junio como el 20 de septiembre. Ahora le ha sacado el polvo y ha vuelto.
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Quien sabe si Letizia repite porque le gusta mucho o porque sabe que es una pieza que desagrada profundamente a los cronistas sobre temas de la Corona. "La Reina es de ideas fijas. Cuando algo le gusta lo repite una y otra vez y si además, todo el mundo le dice que es feo o que le queda mal, ella se lo pone para llevar un poquito la contraria", escriben en El Español. Una tozudez que hace que se ponga encima algunos vestidos que no hay por donde cogerlos. Según el mismo medio, Letizia "tiene unos vestidos feos feos, que nos hubiera bastado verlos una sola vez y se los pone hasta la saciedad". Este:
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En su visita al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, la reina, acompañada de Felipe, ha escogido un vestido de la firma francesa Sandro, con estampado floral azulado, anaranjado y gris. Lo ha acompañado con un cinturón de tonos nude, "eso es lo único que cambia, el cinturón, para ver si la cosa mejora, pero sigue siendo igual de feo". es la cuarta vez que se lo pone, y también hemos visto igual a la princesa Victoria de Suecia. Y puestos a no variar, también se ha puesto los mismos pendientes que lleva en las orejas desde hace dos semanas.
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El verano llega, y Letizia saca las flores a pasear. Unas flores que provocan más alergia que el polen.