Desde que Iñaki Urdangarin ingresó en la cárcel que todo el mundo busca las primeras reacciones de los miembros de la familia. La imagen de la infanta Cristina con la cabeza gacha, sin maquillar y escondiéndose bajo unas grandes gafas de sol hicieron las delicias de sus detractores. La hija pequeña de los reyes eméritos lo estaría pasando increíblemente mal, según ha asegurado su abogado: "Nos da vergüenza, incluso, hablar del tema".

Después de muchas especulaciones se confirmó que seguirían viviendo en Ginebra, esperando que los niños acaben el curso. Mientras tanto, y a fin de que la Infanta no se hunda todavía más, su hermana Elena ha viajado hasta allí para darle su apoyo e intentar animarla.

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Todos estarían muy preocupados por ella, aunque haya empezado a recibir asistencia psicológica. De hecho, su marido aprovechó rápidamente el derecho a hacer llamadas desde prisión para hablar con ella, dejándola más tranquila.

Ahora bien, no sólo habló con su mujer. La otra mujer a la vida de Iñaki, su madre, no lo está pasando tampoco nada bien. Es por eso que habría decidido llamarla para olvidar durante unos instantes su soledad.

La belga Claire Liebaert vive en las afueras de Vitoria en una elegante zona residencial, donde está recluida evitando pensar en la situación que atraviesa a su familia. Vanity Fair ha enviado allí a un reportero para que hablara con los vecinos, relatando cómo la ven. Y como es lógico, parece que no está muy bien: "La madre ha sufrido como un perro. Ha pasado de ser la consuegra del Rey a la madre de un delincuente", dice uno.

"Acostumbra a dar paseos por su zona. Le acompaña la vecina, una mujer un poco más joven con quien mantiene una amistad. Claire está bien de salud, pero muy desmejorada. Tiene un cuerpo estupendo y es elegantísima, pero ha adelgazado mucho. Se le ve machacada", afirma otro vecino. Los seis hermanos de Iñaki seguirían con su vida normal, por eso, estando al frente de sus negocios. El padre, muerto en el 2012, era una celebridad en la ciudad; coincidiendo todos con que es mejor en que no haya visto el declive de su hijo.

La familia siempre pasa los veranos a Bidart, en el País Vasco francés. ¿Qué hará este julio y agosto? ¿Se pasarán igualmente Cristina con los niños aprovechando que allí están más protegidos de paparazzi?