Uno de los documentos más buscados de España es el testamento de Juan Carlos. A los 87 años el emérito ya ha dejado escrito como quiere que se reparta su inmensa fortuna en miles de millones de euros escondidos en paraísos fiscales, obtenidos durante 40 años de hacer de comisionista ilegal, de mediador de los negocios de empresas españolas y extranjeras que le pagaban encantadas por sus servicios, desde los jeques exportadores de petróleo a los empresarios que querían hacer el AVE a La Meca. Juan Carlos poniendo la mano y ocultándolo a los españoles y a Hacienda. Cuando se destapó el escándalo Corinna y la trama de ingeniería financiera del emérito para esconder los millones, Felipe avisó de que no aceptaría esta herencia de dinero negro, aunque no podrá renunciar legalmente hasta que su padre esté muerto. Eso implica que los tres hijos reconocidos de Borbón, los hijos matrimoniales, Elena, Cristina y Felipe, no se repartirán la fortuna a partes iguales. Solo las dos hijas heredarán.

Se saben destinatarias de una de las riquezas mayores de España y no están dispuestas a renunciar. Tendrán tanto dinero y tanto poder que ya han preparado el camino para heredar lejos de control de Hacienda: Froilán en los Emiratos y Cristina en Suiza. Hacienda no verá un euro. Pero queda otra parte del testamento y Pilar Eyre revela en Lecturas qué le deja Juan Carlos a Alexander, el hijo de 22 años de Corinna Larsen que algunos consideran, no así Pilar Eyre que nunca le ha dado credibilidad, el "cuarto hijo" de Juan Carlos. Corinna Larsen, amante declarada y casi segunda esposa de Juan Carlos, tuvo un hijo con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein. Se llama|dice Alexander Kyril zu Sayn-Wittgenstein, tiene 22 años y es graduado en Historia y Política en la Universidad de Edimburgo. Hay multitud de fotos de Juan Carlos y Alexander juntos, incluso haciendo una barbacoa a Zarzuela.


Eyre revela las palabras de Corinna sobre la herencia de Juan Carlos a su hijo Alexander: "Yo hacía lo que podía para sorprender a Juan Carlos, para contentarle. Cuando el rey cumplió 70 años estuve pensando qué podía regalarle que él no tuviera ya... al final le encargué siete grandes esculturas de plata de elefantas talladas a mando a un orfebre de Zimbawe. Eran muy valiosas, eran distintas y llevaban uno numero grabado en la barriga. Le gustaron tanto que siguió la colección y llegó en tener 70, se convirtió en el mayor coleccionista del mundo. Dijo que se laso dejaría a Alexander en herencia". Una colección de 70 grandes elefantes de plata numerados y hechos en Zimbabue. Eyre recupera las palabras de Corinna que delatan la naturaleza de la relación de Juan Carlos y Alexander: "Se lo deja en herencia porque lo quería como si fuera su hijo, me lo repetía siempre, que se había ocupado de él más que de sus propios hijos”.Alexander, el cuarto hijo del emérito. Si todo sigue como parece, recibirá más dinero que Felipe en el testamento secreto de Juan Carlos. Así era joven y así es ahora.



Pilar Eyre destapa esta parte del testamento del emérito para explicar cómo llegó a amar a Corinna y planificar su boda con ella, y el divorcio con Sofía hasta el punto de poner a vivir a Corinna y Alexander en la Zarzuela en una finca dentro del recinto a pocos metros del Palacio:"Se buscaron la casita de la Angorilla, "Era muy sencilla pero allí éramos muy felices, él adoraba a mi hijo Alexander”. Lo llamaba papá y Juan Carlos le hacía regalos y le prometió a Corinna que “a su “hijastro” (sic) nunca le faltaría de nada, que se acordaría de él en su testamento”. De momento solo constan 70 estatuas de plata y veremos cuánto dinero para el que le llamaba papá. Eyre aprovecha estos días para anunciar la publicación la edición francesa de su Yo, el Rey, un best seller, súper éxito en España que devorarán sin prejuicios los franceses. "Moi, le roi" con la misma impresionante portada que en la edición española:

Juan Carlos le podría dejar alguna cosa en el testamento a su biógrafa más fiel a la realidad. Es catalana: Pilar Eyre.