La Familia Real tomó una decisión estratégica cuando enviaron a Cristina, la hermana pequeña de Felipe, a residir a Barcelona. Era un movimiento extraño, ningún Borbón había mostrado el más mínimo interés en salir de Madrid, ciudad ultramonárquica, pero Cristina fichó por La Caixa y fue la excusa para intentar suavizar las relaciones entre la Corona y Catalunya, territorio hostil para los Borbones desde hace siglos. El aterrizaje de la infanta Cristina en la capital de Catalunya fue muy suave, entre algodón: un piso en Pedralbes. Atravesando un paso cebra de la Diagonal llegaba al trabajo, en las torres negras de la entonces caja de ahorros. Se vendió a Cristina como la infanta catalana pero era un artificio. No era ni la infanta barcelonesa. Era y es la infanta de Pedralbes.
La infanta y sus hijos no han salido nunca del barrio, todas las casas que han tenido han sido allí, los cuatro hijos han nacido en la Teknon y han estudiado en el Liceo francés y no se les ha visto por debajo de la Diagonal, como mucho en el Barça. Cristina ha decidido reformarse un piso en la zona alta de la avenida de Pedralbes, cerca de la Cruz de Pedralbes. Y todo indica que allí, con 4 habitaciones, residirá su hijo más catalán, Pablo Urdangarin. Mientras espera que acaben las obras, Pablo vive en un piso de lujo de la misma barriada pija que le han cedido unos amigos de su madre. Y es en este rincón secreto donde se ha celebrado una reunión entre Cristina, Pablo e Iñaki Urdangarin, revelada por una periodista vecina de Pablo, Sílvia Taulés.
En uno de aquellos edificios altísimos y de color blanco con jardín y piscina privada donde reside la clase alta de la ciudad, la infanta Cristina se ha reencontrado con su exmarido. Algún vecino le ha filtrado a la periodista y vecina de la zona y lo ha explicado en su digital, Vanitatis: "El martes día 6 de mayo, hacia las 12.00 del mediodía, Iñaki Urdangarin descargaba varios enseres de su coche, un Nissan, en el garaje del edificio en el que vive su hijo Pablo. Sacaba un par de maletas y lucía esa mochila que siempre lleva a la espalda, cerraba el capó y subía hacia la primera planta. La hermana de Felipe VI se alojaba, como siempre, en el hotel Marriott AC Victoria Suites. El exmatrimonio se encontró en al menos una ocasión, una cita que tuvo lugar en casa de su hijo. La reunión, tiene relación con la situación de Pablo, renovado por el Granollers para un año más".
Taulés es muy buena y lo sabe todo, con detalles como que Pablo vive en la primera planta del edificio. No tiene vistas y que los dueños del inmueble, amigos de la infanta, no utilizaban el piso y Pablo lo disfrutaba a solas. Iñaki Urdangarin se instaló unos días con su hijo como acredita que subiera con dos maletas. Cristina le debió dejar claro que cuando Pablo se instale en el nuevo piso familiar de la avenida Pedralbes, Iñaki es quien se tendrá que buscar un hotel y no la hermana del rey, sucedía hace hasta ahora. El pacto es que Pablo sigue en Catalunya como mínimo hasta el verano de 2026 jugando en Granollers y que el piso lo paga Cristina para Pablo y para ella cuando lo visite. No para Iñaki, que tuvo el detalle de venir a Barcelona a reunirse con su ex sin la compañía de Ainhoa Armentia. Pablo es el pacificador, solo él puede conseguir reunir a sus padres en una sala y que no acaben a tiros ni a reproches.