La familia Borbón sigue tan distanciada como siempre, y no se da una tregua ni en vacaciones. Cuando parecía que la relación de Felipe VI con sus hermanas empezaba a mejorar, el monarca se distancia de nuevo de la infanta Elena. Ahora mismo la reconciliación es prácticamente imposible. Los desencuentros se multiplican. Y la figura de Juan Carlos I, sus memorias y Netflix, son el epicentro del conflicto.

La infanta Elena junto a Letizia y Felipe VI
La infanta Elena junto a Letizia y Felipe VI

La infanta Elena, siempre fiel al emérito, defiende con uñas y dientes el reinado de su padre. Para ella, Juan Carlos merece respeto, gratitud y sería la persona que estaría detrás de la demanda a Miguel Ángel Revilla y la publicación de su libro de memorias para que todo el mundo recuerde el rey que un día fue. Sin embargo, esto puede perjudicar al reinado del monarca. Felipe busca marcar distancias, proteger la corona, siempre han intentado distanciarse de la mala imagen del emérito, ahora es una nueva era para la corona y no va a dejar que su padre la enturbie.

Las memorias del emérito, que pronto verán la luz, han abierto una grieta casi irreparable entre padre e hijo. Elena quiere estar presente en Madrid, en la presentación, darle apoyo, incluso sentarse en primera fila. Pero Felipe lo considera un error. No quiere fotos incómodas, ni mensajes ambiguos, ni un espectáculo mediático que pueda dañar la institución. Es un movimiento muy peligroso que puede costar muy caro a la corona.

Además del libro podría grabar una serie en Netflix

Tras la casi probable publicación de su libro, ahora se negocia también una serie en Netflix. La plataforma prepara una producción sobre la vida de Juan Carlos. Para Elena, puede ser una oportunidad de redimirlo. Para Felipe, es un peligro que puede agrandar las sombras y la aceptación de la monarquía. Y en medio de esta batalla de percepciones, los hermanos apenas se hablan.

Fuentes cercanas aseguran que sus últimos encuentros fueron tensos, fríos, con apenas gestos de cortesía. La cordialidad oficial que muestran en actos públicos es pura fachada. Detrás hay reproches, silencios y heridas que no cicatrizan. Es probable que los reyes nunca lleguen a reconciliarse. La relación atraviesa su peor momento. Y todo apunta a que la distancia se hará aún mayor cuando llegue la cita en Madrid.

Y en medio de esta guerra silenciosa está la reina Sofía. La madre de ambos vive con tristeza la fractura. Siempre quiso una familia unida, y ahora ve cómo sus hijos se enfrentan por el legado del hombre al que ella sostuvo toda su vida y que la traicionó una y otra vez.

Elena se siente apartada, incomprendida, sin espacio en la familia real actual. Felipe, por su parte, se muestra inflexible: primero la institución, después los afectos. Así, la brecha entre hermanos crece cada día más, y nadie en Zarzuela sabe cómo cerrarla.

Juan Carlos y la infanta Elena / Gtres
Juan Carlos y la infanta Elena / Gtres