La vida íntima de la reina Sofía ha sido objeto de especulación y controversia a lo largo de los años. La relación con su esposo, Juan Carlos I, fue más un deber real que un matrimonio basado en el amor. Desde el principio, ambos tuvieron intereses amorosos fuera de su unión, lo que complicó aún más su relación. Cuando tuvieron a Felipe, el hijo varón que estaban buscando para que heredara la corona, dejaron de tener relaciones.
Aunque Sofía estuvo enamorada del príncipe Harald de Noruega, sus sentimientos nunca fueron correspondidos. Por otro lado, Juan Carlos I mantuvo numerosas relaciones extramatrimoniales, algunas de ellas ampliamente conocidas, como la que mantuvo con Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayá. Esta situación llevó a un distanciamiento entre la pareja real.
La reina Sofia nunca estuvo enamorada de Juan Carlos I
La emérita intentó divorciarse en algún momento, pero las circunstancias y las presiones familiares la obligaron a permanecer en su matrimonio. A pesar de esto, Sofía se sintió traicionada y humillada por las infidelidades de Juan Carlos. Juró vengarse de todas aquellas mujeres que se involucraron con su esposo, incluida Isabel Preysler, con quien nunca tuvo una buena relación después de que la diva figurara en la lista de posibles amantes del emérito.
Resulta curioso que Isabel Preysler y Sofía compartan intereses amorosos. Y no solo con el emérito. Se ha especulado sobre una relación entre la reina emérita y Alfonso Díez, viudo de la duquesa de Alba, que en los últimos meses ha tenido un acercamiento con Isabel. Aunque esto podría parecer sorprendente, Alfonso y Sofía mantenían una amistad cercana, especialmente durante los momentos difíciles de salud de la duquesa. Varios periodistas han afirmado que esta amistad trascendió lo puramente platónico.
Una relación duradera a lo largo de los años
Pilar Eyre, conocida por sus revelaciones sobre la vida de la realeza española, ha avivado la controversia al retomar el rumor sobre la relación entre Sofía y Alfonso Díez. Según Eyre, esta unión habría surgido antes de la muerte de la duquesa de Alba y se habría mantenido en secreto por ciertas restricciones de la Casa Real. ”Llamadas, mensajes, cartas, regalitos, un par de encuentros a las afueras de Madrid... Contaba con que esta amistad había nacido a partir de la muerte de la Duquesa. Pero la colega Beatriz Cortázar me concreta que viene de antes, de los largos meses en los que Cayetana estuvo enferma," empieza Eyre. Sea como fuere, Sofía ha conseguido lo que quería: venganza. Ahora es ella quien se acerca a la amante de Isabel Preysler.
El acercamiento entre Sofía y Alfonso, por cierto, no gusta a Felipe VI. "Cuando destapé esta bonita amistad me dijeron que un Felipe un poco molesto había dicho en Zarzuela "a este señor no se le coge más el teléfono"". Aunque según Cortázar esta prohibición ya no existe: “En estos momentos la amistad entre Alfonso y Sofía sigue ¡viva y discreta!”.