La reina Sofía y Juan Carlos se vieron obligados a unirse en matrimonio, pero ninguno de los dos estaba enamorado. De hecho, nunca se fijaron el uno el otro. El emérito mantenía una discreta relación con la Periodita Olghina de Robilant, mientras que la emérita estaba locamente enamorada de su amigo Harald de Noruega, pero no fue correspondida. La relación de los entonces reyes de España fue un completo desastre. Ni tan siquiera dormían juntos. Mantenían relaciones íntimas para tener descendencia, pero para colmo el varón tardó en llegar, a la tercera. Mientras tanto, Juan Carlos se acostaba con otras mujeres.
Todo el mundo sabía que Juan Carlos se veía con otras mujeres, se dijo que tenía una en cada ciudad. Algunas eran relaciones esporádicas y de otras llegó a enamorarse, como Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayá, esta última continuaría a su lado. Por la empresaria alemana estuvo a punto de pedir el divorcio a la reina Sofía. La emérita se quedó sola y humillada, se la conocía como la reina cornuda.

Ella siempre ha sido más discreta y se ha cometido a su papel de reina. Apoyada por su hermana Irene de Grecia ha sido totalmente responsable con sus actos y fiel a la corona. Vivían separados, pero solo en una ocasión pensó en divorciarse, una idea que su madre, la reina Federica, le quitó de la cabeza. La emérita fue el principal apoyo del exmonarca. Gracias a ella la corona se mantuvo a flote, especialmente cuando empezaron a filtrarse todo tipo de informaciones. La emérita nunca ha protagonizado escándalos, ha sido mucho más discreta con su vida privada.
La reina Sofía se distancia de Alfonso Díez por obligación
Siempre han existido rumores, pero rara vez se la ha vinculado con algún otro hombre que no sea Juan Carlos. La emérita tenía muchas amistades, pero solo eran eso, una bonita amistad. Se habló de una cercanía especial con Enrique de la Mata Gorostizaga. En aquella época el político estaba al frente de la Cruz Roja Internacional, por ello coincidían en varios actos oficiales y benéficos.

Más recientemente también se la ha vinculado con Alfonso Díez, el viudo de la Duquesa de Alba. Fue Pilar Eyre quien destapó esta curiosa amistad en uno de sus libros publicado en enero de 2018. Empezaron a conocerse mejor cuando la emérita se interesó por la preocupante salud de la duquesa. Eran grandes amigas. Alfonso Díez era quien siempre cogía el teléfono y se pasaban un buen rato hablando. Hablaban de cine, arte y antigüedades, aficiones que comparten.
Curioso es que después de hacerse público este posible acercamiento, Alfonso Díez y Sofía ni tan siquiera se saludasen en la boda del nieto de Cayetana, donde ambos fueron invitados. La periodista Beatriz Cortázar aseguró que la amistad había llegado a su fin, pero lo que nadie sabe es que no ha sido por decisión propia, sino por las presiones desde Zarzuela. Casa Real le exigió a la emérita “un perfil bajo”.