Durante décadas, la reina Sofía ha sido la imagen de la dignidad, el sacrificio y la lealtad institucional. Siempre en segundo plano. Siempre cumpliendo con su papel. Se casó con Juan Carlos I sin estar enamorada, cumpliendo una obligación dinástica impuesta por su madre, la reina Federica. Su corazón, en realidad, pertenecía a Harald de Noruega, quien la dejó destrozada tras utilizarla solo como excusa para acercarse a la mujer que hoy es su esposa.

A pesar del desamor, Sofía aceptó su destino. Sabía lo que significaba formar parte de la realeza europea. Lo asumió todo: un marido frío, la presión institucional, y años de humillación silenciosa. Ella apostó por construir una familia real sólida, entregándose en cuerpo y alma a su deber. Pero Juan Carlos no compartía esa visión.

La reina Sofía también ha tenido sus affaires al margen de Juan Carlos I

El emérito ha sido objeto de múltiples escándalos. Sus amantes llenan páginas enteras de la prensa desde hace décadas. Se le ha descrito como un auténtico depredador sexual, con una mujer distinta en cada ciudad. Prostitutas de lujo, actrices, aristócratas… muchas de ellas pagadas con los Presupuestos Generales del Estado. Entre las más conocidas: Bárbara Rey, Corinna Larsen, Marta Gayà.

Bárbara Rey i Joan Carles fotos junts / Twitter
Bárbara Rey y Juan Carlos  / Twitter

Sofía, por el contrario, se mantuvo fiel durante todo el tiempo que convivieron. No dio un solo paso en falso mientras Juan Carlos seguía bajo su mismo techo. Pero una vez cesada la convivencia, aunque sin divorcio oficial, su vida privada cambió discretamente. Nunca ha tenido una lista tan extensa como su marido, pero sí hay nombres que generan incomodidad en palacio.

Hay un nombre que Sofía prefiere evitar

El más delicado es, sin duda, Federico Mayor Zaragoza. Político catalán y exministro de Educación. Director general de la UNESCO. Hombre culto, admirado y muy próximo a la reina emérita. Se les vio juntos en numerosos actos institucionales, conferencias y eventos culturales. Compartían visión del mundo, valores y sensibilidad.

Según Pilar Urbano, periodista cercana al entorno de la reina, entre ambos había algo más que amistad. “Él la miraba con un brillo especial. Con respeto, pero también con algo más”, escribió. Jaime Peñafiel, siempre polémico, afirmó que Mayor Zaragoza estaba profundamente prendado de Sofía. Incluso se habló de él como futuro jefe de la Casa del Rey, pero Juan Carlos I lo vetó rotundamente. Demasiada cercanía a su esposa.

Federico Mayor Zaragoza, 2018 / GTRES
Federico Mayor Zaragoza / GTRES

El nombre de Federico Mayor Zaragoza es tabú en Zarzuela. Se evita a toda costa. Se presiona a medios, se retiran artículos, se editan libros. Todo para proteger la imagen impecable de la reina Sofía. Y es su hijo, el rey Felipe VI, quien personalmente interviene cuando la cosa se descontrola. No permite que el nombre de su madre quede vinculado públicamente a ningún “amigo especial”.

Y no solo se oculta este caso. También hay otros nombres en la lista: Alfonso Díez, el viudo de la duquesa de Alba, que fue apartado personalmente por Felipe. El periodista Juan José Benítez, el premio Nobel Muhammad Yunus, el cantautor Georges Moustaki, y el empresario catalán Carles Ferrer Salat, ya fallecido.

Todos estos hombres habrían tenido una relación cercana, especial y muy privada con la reina Sofía. Nada confirmado. Todo cuidadosamente borrado del relato oficial. Porque en la Casa Real, hay cosas que no se permiten. Y el pasado sentimental de la reina madre es una de ellas.