La reina Sofía está muy preocupada por la salud de Irene de Grecia tras perder a su hermano Constantino. El año pasado se destapó el rumor de que la hermana de la emérita podría sufrir Alzheimer. Toda la familia la ha arropado en estos momentos tan difíciles, pero la madre de Felipe también está muy preocupada por ella misma. Sabe que tiene una edad muy avanzada y que su final está cada vez más cerca. A día de hoy no piensa retirarse de la institución, Felipe se lo ha propuesto, pero ella se niega, aunque sean pocos actos, quiere continuar sirviendo a la corona. Si le quitan ese cometido, se muere.

En más de una ocasión, la emérita ha expresado su deseo de ser incinerada y tirar sus restos mortales al mar Egeo, esas aguas que la vieron crecer. Le gustaría volver a reunirse con toda su familia. Pero no solo con los que ya no están, también con los vivos, y no solo con los de Grecia, a los que ve muy a menudo, también con los Borbón.

Juan Carlos I en la boda de Almeida
Juan Carlos I en la boda de Almeida

El pasado verano, la reina Sofía se enfadó con Letizia porque no le dejó cumplir su mayor sueño. Sus hijos la visitan muy a menudo, pero sus nietos no, y no por falta de ganas, sino por culpa de la reina. Cuando estalló el caso Nóos, Letizia obligó a Felipe a distanciarse de su familia por el bien del reinado de Leonor. Había que garantizar su futuro. Fue la excusa perfecta para vengarse de una familia que nunca la quiso.

Desde entonces, Letizia no ha dejado nunca que Leonor y Sofía se reúnan con sus primos, y mucho menos con Victoria Federica y Froilán, los considera muy malas influencias. Sin embargo, en los últimos meses, la reina ha perdido el control y eso ha jugado a favor del resto, especialmente de los eméritos.

Letizia pierde poder, y la reina Sofía se reúne con sus hijos 

Juan Carlos ya puede viajar por España cuando y como quiera, incluso entrar a Zarzuela, y la reina Sofía puede reunir a todos sus hijos y nietos. El deseo de la emérita de almorzar con sus ocho nietos podría cumplirse. En los últimos encuentros familiares no ha tenido esa suerte porque siempre ha faltado alguno. Cuando no ha sido Victoria Federica, ha sido Pablo y Juan Urdangarin, o sino Leonor y Sofía. Nunca han coincidido los ocho juntos desde hace una década. Pero todo podría llegar próximamente porque ahora Felipe manda y ha arreglado sus diferencias con Elena y Cristina.

La reina Sofía está muy contenta porque este domingo almorzó en Zarzuela con la compañía de Juan Carlos y sus tres hijos, Felipe, Cristina y Elena. Y lo mejor de todo es que no estuvo presente Letizia. La hermana de Irene no pudo contener las lágrimas y acabó llorando durante el encuentro de la emoción.

La reina Sofía e Irene de Grecia
La reina Sofía e Irene de Grecia