La reina Sofía nunca estuvo enamorada de Juan Carlos I. De hecho, se casó por obligación tras la negativa de Harald de Noruega, su gran amor. Él solo la veía como una amiga, estaba enamorado de otra persona. El emérito también, pero Juan de Borbón le obligó a casarse con la emérita. Los entonces reyes mantenían relaciones íntimas solo con el fin de formar una familia. Sofía y Juan Carlos buscaban al heredero al trono, pero los dos primeros embarazos fueron niñas. Cuando llegó Felipe dejaron de acostarse juntos. Sofía descubrió las infidelidades y se sintió traicionada y humillada. Cogió a los niños y se marchó a la India, donde Federica estaba en el exilio, pero su madre la obligó a regresar a Madrid. Una reina no podía divorciarse, sería una deshonra. Así que volvió cabizbaja y aceptó su destino. No obstante, se vengó de algunas de las amantes. La emérita se vio completamente sola. Como una molestia. Se refugió en su hermana que vivía en Zarzuela con ellos.
Siempre se ha dicho que la relación entre Sofía y Juan Carlos estaba totalmente rota. Sin embargo, en los últimos acontecimientos, sea por amor o por pena, la emérita le ha mostrado su apoyo. La madre de Felipe VI no ha faltado a ninguno de los actos institucionales a los que ha acudido su todavía marido.
El verdadero significado del anillo de la reina Sofía
En el último acto que presidió la reina Sofía en Madrid, el 58º Premio Reina Sofía de pintura y escultura en el madrileño parque de El Retiro lució su anillo de pedida. Se trata de un aro de oro en el que destacan dos rubíes unidos por un diamante y que el emérito le regaló el 12 de septiembre de 1961 cuando le propuso matrimonio en el hotel Beau Rivage de Lausanne.
Juan Carlos I se ahorró el momento cursi de la noche. Le lanzó la caja y le dijo que la cogiese al vuelo. Al abrirla se emocionó. Un día después comunicaron su compromiso. La boda se celebró un año más tarde.
Según los expertos en Casa Real, Sofía se pone el anillo en apoyo a Juan Carlos. Parece funcionar como una especie de termómetro sentimental en el matrimonio.
Cuando se desvelaron las infidelidades, Sofía se quitó el famoso anillo. Sin embargo, en 2019, cuando los medios de comunicación hablaron de un acercamiento, se lo volvió a poner. Estuvieron un año en el que no dejaban de hacer planes juntos. Incluso Juan Carlos llevó a su mujer por primera vez a las regatas de Sanxenxo y pasaron unos días juntos en Marivent.
Sofía se quitó de nuevo el anillo en 2020, cuando la relación volvió a saltar por los aires. Sucedió en agosto de 2020, Juan Carlos I se exilió a Abu Dabi. Según una fuente de su entorno, "Doña Sofía mantuvo el contacto con su esposo, con el que habla frecuentemente por videoconferencia, incluso cuando la relación de Don Felipe con su padre estaba rota. Le hubiera encantado viajar a Emiratos a visitarle como hacen sus hijas y nietos e incluso ir a Sanxenxo en mayo a recibirle, pero ha sacrificado cualquier gesto de apoyo público a su marido para evitar polémicas que dañen a su hijo y a la Corona, que son su máxima prioridad”.