Las vacaciones privadas de Felipe VI y Letizia en 2025 han comenzado con una imagen muy distinta a la de otros años. Atrás quedan los veranos idílicos en Marivent, con posados que transmitían unidad familiar. Hoy, esas fotos son solo escenografía. Una coreografía para los medios. Detrás, las sonrisas son forzadas y la ruptura emocional parece evidente.
El lunes 4 de agosto se celebró la recepción balear en Marivent. Felipe y Letizia cumplieron el trámite con precisión milimétrica. Al día siguiente, volvieron a aparecer juntos, esta vez en una exposición de Joan Miró en Sa Llonja. Fueron sus únicas apariciones conjuntas en Mallorca. No se les ha visto más juntos, ni siquiera acompañando a Leonor y Sofía.

Felipe VI quiso renunciar a sus vacaciones privadas
Tras la breve estancia en la isla, el miércoles viajaron a Grecia en el Falcón. Lo que pocos saben es que Felipe VI no quería ir. Su intención era quedarse en España y permitir que Letizia y sus hijas viajaran sin él. El motivo: el delicado estado de salud de Irene de Grecia, conocida como la tía Pecu, que preocupa profundamente a su hermana, la reina emérita Sofía.
La ex monarca no quería poner un pie en Mallorca este año. Prefería quedarse en Zarzuela cuidando de Irene. Casa Real no lo ha confirmado, pero varias fuentes aseguran que padece Alzhéimer en fase avanzada. Sofía, que siempre ha tenido una relación inseparable con su hermana, está volcada en su cuidado. Finalmente viajó a Mallorca, pero solo porque Felipe se lo pidió de forma personal. Terminada la recepción oficial, exigió volver a Madrid de inmediato.

La Reina Sofía fue quien convenció a Felipe VI
En un primer momento, el rey había decidido cancelar sus vacaciones y permanecer junto a su madre. Pero esta vez fue la propia Sofía quien le pidió, casi le obligó, a que se fuera. Le dijo que debía alejarse de todo y descansar. Si los últimos años no han sido fáciles, lo que viene tampoco lo será.
Y es que el panorama no es sencillo. El declive de Irene de Grecia, la intención de Sofía de mudarse definitivamente a su Grecia natal, la presión de Juan Carlos I para volver a España y el creciente protagonismo de Leonor dibujan un escenario lleno de tensión para la Corona. Felipe sabe que cada una de estas cuestiones puede convertirse en una tormenta mediática.