Se desconoce exactamente cuánta pasta maneja el rey emérito Juan Carlos I. Desde que se convirtió en rey y hasta que su hijo le cortó la asignación por todos sus asuntos turbios en 2018, cobró un suculento sueldo anual por parte del estado. En su último año llegó a cobrar al año hasta 194.232 euros. Pero desde el 'caso Urdangarin en 2015, la Zarzuela solo da información a cuentagotas sobre los regalos institucionales, no los personales, con lo que desconoce lo que cobró en los tres años siguientes.
La última estimación que se hizo del patrimonio de Juan Carlos I lo ponía en unos 2.000 millones de euros. Corría 2012 y fue el New York Times quien lo publicó. Para llegar a esta cifra promediaron números que ya se habían publicado anteriormente.
Juan Carlos, una fortuna de unos 2.000 millones de euros
Cuentan las malas lenguas que cuando Juan Carlos subió al trono en 1975, sus bienes eran prácticamente nulos. Pero en 2013 se supo de una cuenta en Suiza que tenía relación con la herencia de su padre que fue el inicio de todo. Juan de Borbón, su padre, dejó a sus hijos una herencia valorada en 6,6 millones de euros, de los cuales 2,2 millones eran para Juan Carlos I.

Una fortuna que ha ido aumentando en gran medida mediante comisiones ilegales o la venta de regalos que deberían ser propiedad de la casa real, pero que Juan Carlos consideró suyos para su propio beneficio.
La reina Sofía también se aprovechó de los fondos opacos
Ante esta situación, no son pocos quienes se preguntan si la reina emérita Sofía también se aprovechó de la situación. Pues bien, José María Olmo, uno de los autores del libro "King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I", respondió a esta inquietante cuestión en una entrevista para la revista Lecturas. Y la respuesta es un rotundo sí, Sofía también se sirvió parte de este dinero
La reina Sofía " estuvo utilizando dinero procedente del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause para pagar vuelos al extranjero que gestionó Viajes El Corte Inglés”. Pero eso no es todo, en las fechas previas a las navidades, se sacaban unas cantidades importantes de dinero "para que toda la familia pudiera recibir y hacer regalos".

El periodista, no obstante, la defiende. Según Olmo, “su único objetivo era viajar a Viena, Berlín o Londres junto a su hermana Irene y su primo hermano Miguel I de Rumanía, a veces en vuelos comerciales, para poder hacer compras de forma tranquila en establecimientos y centros comerciales que son más o menos accesibles para la clase media, asistir a conciertos de música clásica y acudir a exposiciones en museos”