La primavera ha llegado al gran vestuario de la reina Letizia. Este miércoles lo tenía marcado en la agenda desde hace tiempo, el día en el que se reencontraría con su amiga Angélica Rivera, la primera dama mexicana. Es conocido por todos el polémico pasado estudiantil de la monarca en este país, precisamente, al que le une un fuerte vínculo.
El presidente de allí y su mujer son muy próximos a Felipe y Letizia, evidenciando cada vez que se encuentran la complicidad que se profesan. Eso sí, no todo es de color de rosa. Los medios han creado toda una campaña asegurando que en verdad serían rivales, compitiendo con el vestuario e intentando ir mejor que la otra siempre. Sólo hay que decir que se conoce a la primera dama como "la Letizia mexicana".
Tensiones aparte, del encuentro de hoy se tiene que destacar el outfit de la Reina. Porque parece que no ha sido muy acertada... El abrigo que ha lucido ha recibido a muchas críticas, tachando el estilo de "muy infantil" y comparándola con una muñeca.
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Primero de todo ha sorprendido que recibiera a los mexicanos en abrigo, teniendo en cuenta que la reunión se trataba de un desayuno dentro de la Zarzuela y que la temperatura en la capital era muy elevada. Pero sea como sea, la cuestión es que el modelo tampoco ha gustado nada.
En esta ocasión Letizia se ha decantado por un abrigo tipo gabardina de cuello camisero y grandes botones en el escote, en rosa palo y estampado floral verde. Un estampado que perfectamente podría llevar la pequeña princesa Leonor... Con respecto a los complementos, ha llevado unos preciosos pendientes de cuarzo rosa y verde y una cartera de mano en verde oscuro con estampado de serpiente, rescatando del joyero el misterioso anillo verde del que no se separó durante muchos meses. ¿Y los zapatos? Unos salones clásicos del mismo tono. Pero lo que más ha llamado la atención ha sido la complicidad con el rey Felipe, cogidos de la mano, caricias y sonriendo como si no hubiera mañana.
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Angélica Rivera, por su parte, lo ha apostado todo a un conjunto mucho más atrevido. Una blusa roja con un gran lazo en el cuello llamaba la atención, llevándola a conjunto de una falda blanca de tiro alto y unos zapatos de estampado de cocodrilo.
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Un encuentro entre dos amigas que escondía un duelo estilístico.