El príncipe Harry ha dado un paso significativo hacia su vida en Estados Unidos al renunciar oficialmente a su residencia en el Reino Unido. Documentos legales obtenidos por TMZ revelan que el hijo del rey Carlos III ha actualizado su país de residencia de "Reino Unido" a "Estados Unidos", confirmando su intención de establecerse en el país a largo plazo. Según los informes, este cambio de residencia se realizó como parte de la documentación presentada ante Companies House para la organización sin fines de lucro de Harry centrada en el ecoturismo, Travalyst. Esta decisión marca un hito en la vida del príncipe, quien ahora reside en Montecito, California, junto a su esposa Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibet.

Desde su salida del Reino Unido en 2020, Harry y Meghan han buscado establecer un hogar definitivo fuera del país natal del príncipe. Inicialmente, la pareja residió en Frogmore Cottage, una propiedad dentro de Windsor Castle otorgada por la difunta reina Isabel II como regalo de bodas. Sin embargo, el príncipe Carlos III los desalojó de esta residencia tras la publicación de las memorias de Harry, "En la sombra".

Una nueva vida en Montecito: un hogar lejos de casa

En Montecito, la pareja parece haber encontrado la tranquilidad y privacidad que tanto ansiaban. Su lujosa mansión de 16 habitaciones les brinda el espacio y la serenidad necesarios para criar a su familia. “Hicimos todo lo que pudimos por hacernos con esta casa", compartió Meghan Markle en una entrevista con Harper's Bazaar Australia. "Porque puedes ir donde quieras, ser feliz, respirar, estar en calma, sentirte libre", agregó la ex actriz de ‘Suits’.

Desafíos en el horizonte: batallas legales y disputas de seguridad

Sin embargo, a pesar de su nueva vida en Estados Unidos, el príncipe Harry aún enfrenta desafíos en el Reino Unido. Por un lado, persiste en su lucha legal contra los medios de comunicación pertenecientes al magnate Rupert Murdoch, alegando que han violado su privacidad. Esta batalla legal refleja su compromiso con la defensa de su intimidad y la de su familia en medio de la implacable atención mediática. Por otro lado, enfrenta una disputa para restablecer los derechos de seguridad adicionales tanto para él como para su familia, en caso de que decidan regresar a su país natal.

Ambas situaciones parecen presentar un panorama desafiante para el duque de Sussex en este momento. Su caso judicial se ha visto envuelto en complicaciones recientes, especialmente después de que saliera a la luz que el actor Hugh Grant, quien enfrentaba una situación similar contra el mismo conglomerado de medios, optó por aceptar un acuerdo económico para poner fin al litigio. Esta circunstancia sugiere que el príncipe Harry podría enfrentarse al mismo desenlace. La perspectiva de alcanzar un acuerdo económico podría implicar un compromiso en términos de justicia y privacidad, añadiendo presión adicional a la ya compleja situación legal en la que se encuentra.

Además, recientemente, sus esfuerzos para obtener protección policial durante su próxima visita al Reino Unido fueron nuevamente rechazados por un juez del Tribunal Superior. Aunque el príncipe planea regresar al país el próximo mes de mayo para un servicio especial de los Juegos Invictos, se le negó la solicitud de seguridad financiada con fondos públicos, dado que renunció a su condición de miembro activo de la Familia Real.