Desde que en 2011 Kate Middleton se casó con el príncipe Guillermo, se convirtió en parte de la Familia Real Británica, su vida cambió radicalmente. Proveniente de una familia con recursos considerables y con una educación en instituciones prestigiosas, parecía tener todo a su favor. Sin embargo, la realidad de integrarse en la monarquía implicaba enfrentarse a un mundo completamente diferente, lleno de reglas estrictas, protocolos y una atención mediática constante.
La historia del príncipe Guillermo y Kate Middleton comenzó una década antes de su matrimonio. Se conocieron en la Universidad de Saint Andrews, aunque en esos primeros años de universidad eran amigos. Concretamente, empezaron un noviazgo en 2003. No todo fue perfecto, pues en 2007 decidieron separarse y, tiempo después se reconciliaron y se casaron.

Antes de que la princesa de Gales alcanzara la popularidad y el cariño del público, los Windsor solían bromear sobre su personalidad entusiasta y su forma de ser. En una entrevista para la BBC, ella misma confesó que otros miembros de la monarquía se reían de su necesidad de detenerse y conversar con el público en cada acto oficial. Para ella, esa cercanía era natural, pero en el contexto de la monarquía requería un proceso de adaptación. En un principio, fue complicado y hasta humillante.
Lo que el príncipe Guillermo no sabía, los obstáculos que enfrentó Kate Middleton en sus inicios
Años después, Guillermo comprendió la magnitud de los cambios que Kate había tenido que afrontar. Al ver la entrevista, se dio cuenta de que su esposa había tenido que hacer ajustes importantes para encajar en la dinámica de la familia real y cumplir con las expectativas que la institución impone. La paciencia y el apoyo son fundamentales en este proceso, aunque no siempre es fácil.
Además de las dificultades iniciales en Windsor, la ‘royal’ tuvo que atravesar una intensa cobertura mediática desde que salió con el heredero al trono. Los tabloides y periódicos la han acosado, hostigado y criticado en múltiples ocasiones, en un intento por encontrar algún error o escándalo que empañara su imagen. No obstante, a pesar de todo, nunca ha estado en medio de polémicas graves ni ha cometido errores que afecten su imagen pública. Al contrario, sabe mantener una actitud respetuosa y elegante, ganándose el cariño tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, donde muchos la consideran una figura ejemplar.

La historia de Middleton en la monarquía es una muestra de cómo la perseverancia puede superar obstáculos. Y es que la vida de un miembro de la Corona puede llegar a ser demasiado para cualquier persona. Cada paso que dan es observado con atención por los admiradores y detractores de la monarquía.
Así pues, la experiencia para Kate Middleton revela que, detrás de la imagen de glamour y perfección, hay un proceso de aprendizaje y adaptación constante. El príncipe Guillermo, como testigo de sus dificultades, ha visto de primera mano cómo su esposa enfrentó y superó los retos en el contexto de la monarquía. Hoy en día, Kate es la imagen más representativa de una princesa.