Una fecha con gran relevancia es el 2 de mayo de 2015, día en que la princesa Charlotte nació. Desde entonces, ha sido objeto de atención y cariño por parte del público en general. La pequeña, hija del príncipe Guillermo y Kate Middleton, llegó al mundo en un momento en que la prensa y los fans estaban ansiosos por conocer más detalles sobre la nueva integrante de la realeza. La Casa Real emitió un comunicado en septiembre de 2014 anunciando que los príncipes serían padres por segunda vez, y en cuestión de meses, la niña llegó para completar la línea de sucesión y llenar de alegría a la familia. ¿Qué misterios esconde el nacimiento de este miembro de la familia?
Siguiendo la tradición de Lady Di, Kate Middleton presentó a todos sus hijos en una sesión en la escalera del hospital el mismo día de su nacimiento. La elección del nombre de la princesa Charlotte fue en honor a sus familiares: es la forma femenina de Charles, en referencia a su abuelo, el actual rey Carlos III. Además, su segundo nombre, Elizabeth, rinde tributo a su bisabuela, la reina Isabel II, y su tercer nombre, Diana, honra a su abuela Diana de Gales.
La historia de su nombre demuestra la profunda conexión familiar y el respeto por la historia de la corona. Pero, más allá de las apariciones públicas y los gestos convencionales, existe un secreto que Charlotte conoce y que muy pocos saben: un regalo que su madre tuvo que declinar en su momento, y que ahora, con el tiempo, la pequeña princesa ha llegado a entender en toda su magnitud.
Kate Middleton rechazó un regalo para la princesa Charlotte
Todo comenzó con un obsequio que permaneció en la sombra durante años. Se trata de un sonajero elaborado en oro de 18 quilates, cubierto con joyas preciosas que conformaban la bandera del Reino Unido. El valor de este presente, según fuentes de The Mirror, sería cercano a los 42 mil euros en la actualidad. La historia cuenta que, tras el nacimiento de la hija de los príncipes de Gales, la familia recibió innumerables felicitaciones y presentes, pero este en particular fue uno que se negó a aceptar de inmediato.
¿La razón? La Casa de Windsor tiene estrictas reglas sobre la aceptación de obsequios que puedan implicar alguna condición o beneficio comercial. En este caso, aceptar un objeto tan costoso y con un diseño tan exclusivo podría haber significado una ventaja económica o una promoción encubierta para la compañía. La decisión de Middleton fue tajante: rechazar el regalo para mantener la integridad y la neutralidad de la institución.
Lo que en su momento fue una decisión discreta, ahora se ha convertido en una confidencia que la pequeña ‘royal’, con su creciente curiosidad y entendimiento del mundo que la rodea, ha llegado a conocer. La pequeña princesa, que ya empieza a entender las costumbres y los valores familiares, sabe que ese gesto especial fue algo que su madre decidió mantener en silencio, en respeto a las normas y a la ética de la corona. Ahora, con el paso del tiempo, la princesa Charlotte ha aprendido que hay hechos que permanecen ocultos por una buena razón, y que la verdadera nobleza también reside en saber cuándo decir no. Sin duda, esta historia añade un matiz más profundo a la figura de Kate Middleton.